Castro Caldelas celebró este lunes su primera feria de la desescalada del covid-19 y los responsables municipales destacan el "comportamiento ejemplar" de los vecinos que asistieron, además de los feriantes, pulpeiras, hosteleros y personal del concello, que se encargó posteriormente de la desinfección del mobiliario urbano, espacios públicos, calles y entradas de establecimientos, que abrieron sus puertas en este primer día del tradicional mercado.
Desde primeras horas de la mañana los servicios de Protección Civil y Emergencias controlaron la distancia de los puestos de venta de productos agrícolas y alimentarios. El público acudió a comprar al "rianxo" y en las colas de clientes se mantuvieron todas las medidas y recomendaciones preventivas.
Las pulpeiras trabajaron intensamente para atender la demanda del "pulpo á feira", mientras los hosteleros con las terrazas abiertas al público también respetaron las directrices establecidas por el Gobierno del Estado para llevar a buen término este periodo de desescalada de manera responsable.
El público estaba deseoso de comprar las hortalizas en la feria y de degustar el pulpo en las terrazas o en sus casas, resultando todo un éxito, según valoran los responsables municipales.