El Instituto Ourensano de Desenrolo (Inorde) apuesta por la perdiz autóctona para su cría en el parque de vuelo Larouco, buscando evitar los problemas de adaptación, como los que sufrió el millar de ejemplares soltado hace un año. Esta medida irá acompañada con la construcción refugios en uno de los laterales y con la intensificación de las medidas sanitarias. Los perdigones serán soltados en dos de las 14 secciones del parque. En un principio, serán 400 parejas, que irán en aumento, según la demanda.
Un equipo de trabajadores del Instituto Ourensano de Desenrolo (Inorde) fue destinado a realizar los trabajos de mantenimiento del parque de vuelo construido en el monte O Tesiño de Larouco. Mientras una máquina libra de matorrales el área que rodea el recinto, dentro de las jaulas construidas con mallas y redes varios trabajadores retiraban la maleza que creció en las últimas semanas.
Estas labores pretenden mantener el recinto en condiciones óptimas para la suelta de las perdices que repoblarán los montes ourensanos, aunque antes habrán de ejecutarse ciertas reformas, que deberían estar listas a principios de año. La más urgente es la construcción de zonas de refugio para los perdigones, dotadas con comederos y bebederos, según apuntó Bernardino Domínguez, responsable del área de razas autóctonas del Inorde, organismo que depende de la Diputación.
Los refugios ocuparán dos de las 14 secciones del parque de vuelo y en ellos se soltarán 400 parejas de perdigones autóctonos, como los criados en el centro de Mouriscade, en Lalín (Pontevedra). Las perdices soltadas hace un año sufrieron serios problemas de adaptación, una circunstancia que los técnicos pretenden evitar con ejemplares más jóvenes y acostumbrados a terrenos similares al de Larouco.
Aunque en un principio la suelta será de 400 perdigones, este número debería ir en aumento en función de la demanda de los cotos.
Otro proyecto en el que trabaja el Inorde para el parque de Larouco alude a la cría de conejos para repoblar los tecores o cotos de caza. También aquí prevé obrar la Diputación. Lo apunta Bernardino Domínguez, que señaló que antes de proceder a su suelta deberá construir un cierre perimetral de cemento. Esta reforma únicamente afectará al parque, que deberá ser cubierto con una malla. Estos trabajos evitarán que los animales escapen.
Los planes técnicos pasan por soltarlos en el transcurso del próximo año. Serán 100 madres, que viajarán desde la finca El Reino, que la Diputación posee en el pueblo de Piñor de Cea.
En estos momentos, los promotores de este proyecto aguardan por la subvención de la Xunta que permitirá iniciar los trabajos de reforma. Mientras, prosiguen las labores de mantenimiento del recinto.
Estas labores pretenden mantener el recinto en condiciones óptimas para la suelta de las perdices que repoblarán los montes ourensanos, aunque antes habrán de ejecutarse ciertas reformas, que deberían estar listas a principios de año. La más urgente es la construcción de zonas de refugio para los perdigones, dotadas con comederos y bebederos, según apuntó Bernardino Domínguez, responsable del área de razas autóctonas del Inorde, organismo que depende de la Diputación.
Los refugios ocuparán dos de las 14 secciones del parque de vuelo y en ellos se soltarán 400 parejas de perdigones autóctonos, como los criados en el centro de Mouriscade, en Lalín (Pontevedra). Las perdices soltadas hace un año sufrieron serios problemas de adaptación, una circunstancia que los técnicos pretenden evitar con ejemplares más jóvenes y acostumbrados a terrenos similares al de Larouco.
Aunque en un principio la suelta será de 400 perdigones, este número debería ir en aumento en función de la demanda de los cotos.
Otro proyecto en el que trabaja el Inorde para el parque de Larouco alude a la cría de conejos para repoblar los tecores o cotos de caza. También aquí prevé obrar la Diputación. Lo apunta Bernardino Domínguez, que señaló que antes de proceder a su suelta deberá construir un cierre perimetral de cemento. Esta reforma únicamente afectará al parque, que deberá ser cubierto con una malla. Estos trabajos evitarán que los animales escapen.
Los planes técnicos pasan por soltarlos en el transcurso del próximo año. Serán 100 madres, que viajarán desde la finca El Reino, que la Diputación posee en el pueblo de Piñor de Cea.
En estos momentos, los promotores de este proyecto aguardan por la subvención de la Xunta que permitirá iniciar los trabajos de reforma. Mientras, prosiguen las labores de mantenimiento del recinto.
