Ventura Sierra Vázquez confiesa que lleva más tiempo en la política que ejerciendo de alcalde, que no es poco, pues accedió a la Alcaldía por primera vez en 1979. Desde entonces, la ocupó de forma casi ininterrumpida, salvo un periodo de dos años.
Los embalses de Vilariño de Conso le reportan unos ingresos importantes al municipio. ¿En qué lo nota el Concello?
Hay mucha gente contratada por el Concello, son 24 trabajadores contratados. Eso sí, empresas particulares no hay, quedan dos o tres bares, una panadería, dos pequeños supermercados y nada más. En cuanto a industria estamos como todo el rural. No hay actividad.
Pero hay ganadería...
Cada día hay menos ganadería. La gente mayor se jubila y los jóvenes no se adaptan al ritmo de vida del rural.
¿Qué opinión le merece la campaña de ofrecer alquileres baratos para frenar la despoblación y que desarrolló la comunidad educativa?
En un principio, el colegio se mantiene. De aquí en adelante veremos. No le veo mucho futuro, por lo menos, el de Vilariño no pasa por ahí. Son alquileres baratos porque las viviendas no están habitables. Por eso son baratos.
¿Cómo vive la crisis Vilariño?
En Vilariño, la crisis no se nota. En el medio rural de Galicia siempre tuvimos miseria y la crisis no se nota. La notan donde todos los días hay que ir con la cesta de la compra a la plaza, pero aquí no.
¿Le tratan bien las administraciones? ¿Qué les pediría? ¿Qué opinión tiene de la importancia que le dan al rural?
Mis relaciones con las administraciones son buenas. Se portan bien, dentro de sus posibilidades, pues están recortando por todos los lados. Son correctas. Yo les pediría muchas cosas, pero sobre todo más atención al medio rural. Priman al urbano descaradamente, pues es donde están los votos. A los partidos políticos les importa muy poco Vilariño de Couso, porque no hay votos. Evidentemente, se está invirtiendo donde hay más votos.
¿Puede ser una solución la fusión de concellos?
Pienso que no. Tiene más desventajas que ventajas, teniendo en cuenta la dispersión del entorno en el que nos movemos. Cuanto más lejos del ciudadano, menos atención se le presta. La fusión la concentra en un sitio y perjudica a otros. A lo mejor hay zonas, en las que la distancia entre los concellos es pequeña, donde podría hacerse. En los de alta montaña, como los del Macizo Central, no. Aún ahora tenemos paisanos alejados, no podemos alejarnos más. No veo la fusión como una solución para los vecinos. Si hablamos de ahorro, posiblemente, pero lo que me preocupa es la gente, no el ahorro. Gastas lo que hay, pero dándoselo a la gente que más lo necesita.
La moción de censura que le llevó a la Alcaldía en 1996 dividió a la población. ¿Está olvidada?
Pienso que sí. Puede quedar algún resto por ahí. Algún resentido siempre hay, incluso aunque no haya moción de censura. Pero creo que ya está superada. Además, la moción le dio estabilidad al Concello de Vilariño. Aquí, todo el mundo sabe que el bipartito fue un desastre gobernando. Se consiguió estabilizar al Concello.
Comenzó en el PSOE y acabó en el PP. ¿En qué partido le trataron mejor?
En el PSOE hice el papel de recadeiro' y aquí, en el PP, de mandadiño'.
Hay mucha gente contratada por el Concello, son 24 trabajadores contratados. Eso sí, empresas particulares no hay, quedan dos o tres bares, una panadería, dos pequeños supermercados y nada más. En cuanto a industria estamos como todo el rural. No hay actividad.
Pero hay ganadería...
Cada día hay menos ganadería. La gente mayor se jubila y los jóvenes no se adaptan al ritmo de vida del rural.
¿Qué opinión le merece la campaña de ofrecer alquileres baratos para frenar la despoblación y que desarrolló la comunidad educativa?
En un principio, el colegio se mantiene. De aquí en adelante veremos. No le veo mucho futuro, por lo menos, el de Vilariño no pasa por ahí. Son alquileres baratos porque las viviendas no están habitables. Por eso son baratos.
¿Cómo vive la crisis Vilariño?
En Vilariño, la crisis no se nota. En el medio rural de Galicia siempre tuvimos miseria y la crisis no se nota. La notan donde todos los días hay que ir con la cesta de la compra a la plaza, pero aquí no.
¿Le tratan bien las administraciones? ¿Qué les pediría? ¿Qué opinión tiene de la importancia que le dan al rural?
Mis relaciones con las administraciones son buenas. Se portan bien, dentro de sus posibilidades, pues están recortando por todos los lados. Son correctas. Yo les pediría muchas cosas, pero sobre todo más atención al medio rural. Priman al urbano descaradamente, pues es donde están los votos. A los partidos políticos les importa muy poco Vilariño de Couso, porque no hay votos. Evidentemente, se está invirtiendo donde hay más votos.
¿Puede ser una solución la fusión de concellos?
Pienso que no. Tiene más desventajas que ventajas, teniendo en cuenta la dispersión del entorno en el que nos movemos. Cuanto más lejos del ciudadano, menos atención se le presta. La fusión la concentra en un sitio y perjudica a otros. A lo mejor hay zonas, en las que la distancia entre los concellos es pequeña, donde podría hacerse. En los de alta montaña, como los del Macizo Central, no. Aún ahora tenemos paisanos alejados, no podemos alejarnos más. No veo la fusión como una solución para los vecinos. Si hablamos de ahorro, posiblemente, pero lo que me preocupa es la gente, no el ahorro. Gastas lo que hay, pero dándoselo a la gente que más lo necesita.
La moción de censura que le llevó a la Alcaldía en 1996 dividió a la población. ¿Está olvidada?
Pienso que sí. Puede quedar algún resto por ahí. Algún resentido siempre hay, incluso aunque no haya moción de censura. Pero creo que ya está superada. Además, la moción le dio estabilidad al Concello de Vilariño. Aquí, todo el mundo sabe que el bipartito fue un desastre gobernando. Se consiguió estabilizar al Concello.
Comenzó en el PSOE y acabó en el PP. ¿En qué partido le trataron mejor?
En el PSOE hice el papel de recadeiro' y aquí, en el PP, de mandadiño'.
