Las últimas lluvias complicaron el regreso de Alfonso Quiroga y Teresa Rodríguez a su casa de O Castro (O Barco de Valdeorras). Las filtraciones de agua en la pared medianera que la separaba de la ruinosa construcción vecina, cuyos restos se desmoronaron en enero, hacen temer por la seguridad de su vivienda. Al matrimonio también le preocupa las grietas que aparecieron en el techo del desván, en las cuales pondrán testigos para seguir su evolución.
“Seguimos sin saber si podemos ir a casa”, se quejaba ayer Alfonso Quiroga, quien recordó que ya transcurrieron 52 días desde que el matrimonio tuvo que abandonar su vivienda y alojarse en pisos de familiares. “Non fixeron nada por impermeabilizar a medianeira”, continuó el propietario, que también expuso cómo el Concello no responde a sus escritos.
Los problemas con la casa colindante, cuyas dueñas están en el extranjero, comenzaron en 2009 y, ya en 2021, el Defensor del Pueblo apuntaba que el Concello debe acometer la obra para consolidar la vivienda de esta familia.
