Los propietarios de doce casas de O Barco afrontan expedientes municipales de derribo

Una vez derribada una casa ruinosa de Vales, el equipo de gobierno de O Barco tramita más de una docena de expedientes de demolición en los pueblos y en la propia villa barquense. Lo anunció el alcalde socialista, Alfredo García, quien afirma que el inicio de los trámites está llevando a algunos propietarios a resolver el problema, bien con una solicitud de licencia de derribo o bien con el permiso de obras. Entre ellos está el dueño del edificio que albergó el Casino, en la Praza Maior, del que se desprenden cascotes.
El equipo de gobierno de O Barco inició una campaña para eliminar las casas en ruinas. “Estamos abriendo los expedientes”, comentó el alcalde socialista Alfredo García, quien indicó que en estos momentos los servicios técnicos manejan más de una docena de expedientes de derribo.
Tres de ellos corresponden a construcciones ruinosas de Vales, donde las brigadas municipales ya derribaron una casa en mal estado. Pero hay edificios amenazados de demolición -de todo el edificio o de una parte- por todo el municipio. En A Proba hay dos, en Santigoso otros dos y en O Barco en torno a la media decena. Estos tres núcleos son los que más casas con expediente de derribo concentran.
No es fácil sacar adelante estos expedientes. Al menos, así lo apunta el concejal de Medio Rural, Luis Arias. Explica que el principal problema es localizar a los propietarios de estas casas ruinosas y explicó que en una ocasión, el Concello hubo de dirigirse al Consulado de Brasil para localizarlo.
En todo caso, la campaña iniciada por el Concello para eliminar el peligro que para los vecinos suponen las casas ruinosas comienza a dar sus frutos. Lo aseguró el alcalde, quien señala que “la gente, al ver que nos pusimos serios, tomó medidas. En algunos casos los dueños las derribaron por sus propios medios y en otros las están arreglando”.
Alfredo García asegura que “no se trata de poner multas, sino de que la gente entienda que hay que hacerlo”.
Uno de los edificios para los que sus propietarios buscan una solución es el del edificio donde tuvo su sede el Casino. Ubicado en la Praza Maior, en pleno centro de la villa, los vecinos avisaron del peligro de la caída de cascotes.

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