El sector de la castaña de Ourense prevé la mayor cosecha en cinco años

Castaños cargados de erizos al lado de árboles quemados, en un soto de O Barco.
photo_camera Castaños cargados de erizos al lado de árboles quemados, en un soto de O Barco.
Los empresarios del sector de la castaña en Valdeorras esperan una campaña “buena” después de la caída de un 80 % en el 2022

A falta de una veintena de días para el inicio de la campaña de recogida de la castaña -el “castañar”-, las previsiones del sector son optimistas. Las condiciones meteorológicas favorables se aliaron para conseguir que, después de aproximadamente un lustro de producciones desastrosas, la cosecha de este año recupere la normalidad, volviendo a aproximarse a las 20,000 toneladas en toda Galicia, de las cuales un 60% son aportadas por los sotos ourensanos.

“Este año, si no cambia, pinta muy bien”, comentó el empresario barquense Francisco Barredo. “En general, los árboles tienen erizos. Se prevé más castaña que en años anteriores”, comentó otro industrial valdeorrés, Juan Fernández. “Parece que hai boa colleita. As árbores están bonitas e verdes, con moito fruto despois de catro ou cinco anos con colleitas moi malas”, corroboró Xesús Quintá, presidente de la Indicación Xeográfica (IXP) Protexida Castaña de Galicia.

Todos recuerdan los desastrosos resultados de las últimas campañas y, especialmente, de la de 2022, cuando la producción gallega fue un 80 % inferior a la de un año normal, siendo la peor cosecha que se recuerda en el sector. Las altas temperaturas de agosto amenazaron con volver a castigar a unos productores que observaron con preocupación como las hojas de muchos árboles se volvían mustias. Afortunadamente, la situación dio un giro radical y las últimas lluvias consiguieron que se recuperasen.

Así las cosas, en el sector confían en lograr una cosecha “normal en cantidad y calidad”, según apuntó Juan Fernández. Eso sí, coincidiendo todos los empresarios consultados en no retrasar una valoración definitiva hasta el inicio de la campaña, ante la posibilidad de que los frutos ocultos en los erizos no reúnan la calidad necesaria.

Las condiciones meteorológicas no solo permiten pensar en una cosecha normal, tirando a buena, pues también adelantaron ligeramente la recogida del fruto. Las circunstancias posibilitan que en Portugal y Pontevedra ya haya comenzado la campaña de ciertas variedades híbridas, aunque para llevar a las tolvas de los almacenes las restantes aún habrá que esperar algunos días, cuando menos hasta principios del mes de octubre.

Dos años para saber los daños del fuego

Una de las incógnitas que aún tardará un par de años en ser resuelta gira en torno a los daños que los grandes incendios registrados en el verano de 2022 causaron en los sotos de la comarca valdeorresa y la provincia de Lugo. “Los castaños más afectados murieron y para ver si recuperan los otros habrá que esperar dos o tres años”, comentó Francisco Barredo. “Se perdió mucho, pero algunos retoñarán”, confirmó Juan Fernández.

Otro factor que también influye negativamente en la producción de castañas es la plaga de la avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus). La actuación de la Consellería do Medio Rural y las sueltas del insecto depredador (Torymus sinensis) consiguieron frenar su avance y reducir notablemente su incidencia. “La avispilla está en franco retroceso. Hay mucho Torymus, aunque habrá picos algunos años”, comentó Juan Fernández. “A avispilla parece que está controlada. O está facendo o Torymus”, añadió Xesús Quintá.

En todo caso, habrá que aguardar al inicio de la próxima campaña para conocer si la humedad y las altas temperaturas de los últimos días no se tradujeron en la aparición de hongos en el fruto y comprobar si su calibre mejora respecto al de otros años.

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