Empresarios y sindicatos dan por estabilizadas las empresas en una crisis que cerró ocho canteras
El tiempo de los expedientes de regulación de empleo (ERE) motivados por la caída de las exportaciones ya es pasado en el sector de la pizarra. En la actualidad, solo una cantera está aplicando un ERE, si bien lo hace por causas de fuerza mayor, debido a ciertos problemas del banco del que extrae el rachón (piedra de gran tamaño) de pizarra y no afecta a la totalidad de una plantilla de aproximadamente medio centenar de trabajadores. Lo dijo ayer el secretario general de la intercomarcal de UGT Lemos-Valdeorras, José Paradelo Arias. Minutos después, fuentes empresariales del sector conrroboraron su afirmación.
"O emprego está estabilizado. O máis duro da crise xa pasou", afirmaron las citadas fuentes de los empresarios. "Las plantillas están estabilizadas e incluso alguna empresa contrató trabajadores. En estos momentos no hay más empresas con ERE ni con problemas de pagos", dijo el portavoz valdeorrés de UGT. Pasados los tiempos de destrucción de empleo, empresarios y trabajadores de la pizarra dirigen sus miradas hacia el sector de la construcción de Alemania y Francia, fundamentalmente. De su recuperación dependerá que las canteras vuelvan a contratar trabajadores. "La tendencia está más orientada a crecer que a disminuir el empleo", dijo un empresario.
No fue fácil alcanzar esta estabilidad laboral. La crisis se llevó por delante un millar de puestos de trabajo. Según los datos de la Asociación Galega de Pizarristas (AGP), el total de trabajadores de las canteras se estabilizó en 2.400 empleados, 1.200 menos que en 2007, año que marcó el comienzo de las penurias. Las plantillas no fueron las únicas que disminuyeron con la crisis, también hay menos empresas. Los malos vientos económicos se llevaron por delante ocho industrias, según explicó José Paradelo. En Valdeorras, desaparecieron Pivasa, La Tranquila, Ipisa, Ipiga y Pizarras Sobradelo. En la vecina Quiroga fueron Pebosa, Ferlosa y Cupiga las que cerraron y dejaron en 49 el número de socios de la AGP.
Los ERE no faltaron en el sector. Hubo aproximadamente una decena, pero no todos llegaron a aplicarse. En más de un caso, los empresarios pudieron mantener invariables las plantillas que les permitió la Administración.
