La senda de Coedo deja la madera para ser metálica

El cambio evitará que arda como sucedió en los dos últimos incendios

La senda peatonal que comunica el núcleo de Coedo con Viloira-O Barco, y cuyo trazado discurre paralelo a la carretera N-536, será metálica. El dicho popular que reza “no hay dos sin tres” no se cumplirá en esta ocasión. El paso de madera ardió durante el gran incendio de 2012, fue restaurado por el antiguo Ministerio de Fomento y volvió a quemarse en el incendio del pasado mes de julio, obligando al actual Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana a una nueva reconstrucción, si bien esta vez el empleando materiales distintos.

La propuesta partió del Concello barquense, según apuntaron fuentes consultadas por este diario. El empleo de metal en la construcción evitará que arda de nuevo, en caso de que el fuego vuelva a arrasar las castigadas tierras valdeorreses, como sucedió este verano. No solo eso, también evitará los numerosos trabajos de reparación que conlleva el deterioro de una madera que se encuentra a la intemperie.

La reconstrucción de este paso peatonal incluye una segunda novedad: la construcción de aproximadamente 30 metros de escollera para sujetar un tramo que antes era volado. Estos trabajos consolidarán el terreno sobre el que discurrirá la senda, evitando cualquier riesgo derivado de posibles desprendimientos de terreno.

Esta misma finalidad, poner fin a la caída de materiales de los taludes del margen opuesto de la N-536, es el objetivo que persigue la colocación de una malla metálica sobre ellos. Con este objetivo, una brigada dedicada a la conservación de la infraestructura se afanaba ayer en la limpieza de vegetación de los taludes. Es el primer paso a dar antes de la colocación de una red de metal que evitará que los desprendimientos de piedras y tierra acaben sobre sobre la calzada.

Para desarrollar estos trabajos con mayor seguridad, los operarios regularon el tráfico de vehículos con la colocación de semáforos.

Otra carretera donde Conservación trabaja para evitar arrastres de tierra y ceniza del incendio de julio sobre la calzada es la N-120, en A Veiga de Cascallá (Rubiá).

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