El Concello cerró un acuerdo con los vecinos para instalar la tubería que conducirá las aguas a la red
El último punto de vertidos de aguas residuales al río Sil, en su tramo barquense, del que tiene conocimiento el Concello de O Barco y que está localizado en la Rúa de Hernán Cortés, será eliminado en cuanto las condiciones meteorológicas permitan iniciar las obras.
Lo anunció ayer el alcalde socialista, Alfredo García Rodríguez, quien explicó que ya dispone del visto bueno de los propietarios de los terrenos afectados por la colocación de las tuberías que llevarán las aguas residuales a la red municipal. Para ello, los responsables municipales se comprometen a dejar las fincas en las mismas condiciones en que las encontraron.
Las aguas residuales serán bombeadas a la red desde una distancia de aproximadamente 15 metros, a la altura de la Rúa de San Fernando. Los trabajos serán realizados por las brigadas municipales, por lo que la inversión se reducirá al coste de los materiales, que oscila en torno a los 10.000 euros.
La eliminación del punto de vertidos al Sil ubicado en la Rúa de Hernán Cortés había sido reclamada hace meses por la oposición popular y supondrá acabar con los vertidos al río, en el tramo abarcado por la villa barquense. "El margen derecho del río está todo sin vertidos, al menos de los que nosotros teníamos localizados", dijo el alcalde.
En todo caso, el equipo de gobierno trabaja en otro proyecto que pretende evitar definitivamente los problemas causados por el aliviadero de A Proba. Las dificultades que encuentran las aguas residuales procedentes de esta zona para entrar en la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) serán solventadas con su bombeo. Estos problemas agravaron el problema de las inundaciones que las últimas crecidas del río Sil causaron en este pueblo.
Si los vertidos procedentes del margen derecho del Sil serán eliminados prácticamente en su totalidad, los de la orilla opuesta ya "están resueltos", según el alcalde barquense.
