La Xunta obligó a la asociación de disminuidos psíquicos a reformar el edificio de O Barco

Traballo decidirá si abre la residencia de discapacitados

Participantes en la marcha que organizó Valnatura.
La apertura de la residencia barquense de la Asociación de Familiares de Disminuidos Psíquicos de Valdeorras (Asfaval) está en manos de la Consellería de Traballo e Benestar. Hace un año, sus inspectores obligaron a acometer ciertos retoques en la construcción para adaptarla a la normativa que regula este tipo de centros, según explicó su presidenta, María José Conde. Estos trabajos, que incluyeron desde el aislamiento del sótano hasta la colocación de pasamanos, ya están finalizados, por lo que la Inspección deberá volver al edificio barquense para valorar si concede el permiso de inicio de actividad.
Una vez que Asfaval consiga la autorización, la apertura del edificio, que servirá de residencia y centro de día, depende de la firma de un convenio con la citada Consellería de Familia e Benestar. Este documento reflejará el número de plazas que subvencionará la Xunta, del total de 38 que tiene el centro. Sin embargo, el trámite aún 'está verde', según dijo María José Conde.

La presidenta de Asfaval explicó que pagará parte de la obras que obligó a realizar la Consellería de Traballo con una partida de 75.000 euros que donó la Diputación provincial y que ya fue entregada al colectivo. María José Conde resaltó la importancia de esta ayuda y la gestión realizada por el concejal del PP barquense, Moisés Blanco.

Su agradecimiento no se limitó a este edil. También resaltó las muestras de apoyo que la asociación está recibiendo de diferentes colectivos sociales de la comarca para ayudarle a superar su difícil situación económica.

La última asociación que se implicó en la campaña solidaria fue Valnatura. Este colectivo reunió ayer a 55 personas en la marcha de 15 kilómetros, que recorrió la Serra de Enciña da Lastra, en Rubiá. Aunque la inscripción costaba tres euros, algunos participantes realizaron aportaciones superiores para aumentar la recaudación final, que se entregó a Asfaval, colectivo que se ocupa de 21 disminuidos psíquicos.

Todos estos fondos permitirán acometer otras obras, como la que Traballo obligó a ejecutar, referida al cierre de la sede y a la creación de 11 aparcamientos.

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