El COB se desmorona en el Pazo (78-88)

OURENSE (PAZO DOS DEPORTES PACO PAZ). 23/12/2020. OURENSE. Partido de baloncesto entre el COB y el Valladolid. FOTO: ÓSCAR PINAL
photo_camera David Navarro intenta superar a Mason, del Valladolid. (FOTO: ÓSCAR PINAL)
El conjunto ourensano desaprovechó una renta de 17 puntos para terminar perdiendo ante un Real Valladolid con más acierto, consistencia y fortaleza mental

El Ibereólica Renovables Ourense cayó derrotado nuevamente (78-88), esta vez con público, ante un Real Valladolid que a base de insistencia, rebote y acierto desde el triple desarboló el frágil espíritu de los ourensanos.

El encuentro se fue torciendo de la misma manera que el lanzamiento al aire del árbitro en el primer cuarto, lástima que en el caso del COB no se pudiese repetir el partido desde la mitad del segundo cuarto. Porque en el primer periodo, el equipo de Gonzalo García de Vitoria pareció la antítesis de lo que había mostrado en jornadas anteriores. 

Con Menzies dominando en la pintura y el buen criterio de Úriz y Tomàs en la parcela exterior, el COB no echó de menos a Fall (que ni jugó) ni a un Arkeem Joseph con mucho trabajo por delante si quiere ser el pívot dominante de la competición que aspira a ser.

Solo la entrada de Gantt y Mason en los últimos minutos del periodo frenaron una sangría de puntos que un desesperado Hugo López no supo frenar ni con una técnica pitada por protestar (25-18).

Más dominio del juego, a pesar del problema persistente y recurrente en el rebote del Ibereólica Renovables en el inicio del segundo periodo. La irrupción de Dimitrijevic, con plena puntería desde el triple y los primeros puntos de Joseph permitieron a los locales llegar a una renta de +17 (39-22), que lejos de servir como revulsivo para seguir peleando, se transformó en una losa.

Y es que cuando se tiene más miedo de perder que la cabeza en ganar, el rival suele notarlo, más cuando ya remontó 12 puntos en el partido de ida.

En ese pavor a una nueva derrota apareció Timmer, que se unió con De la Fuente, Kohajda y Puidet y no sin esfuerzo (y algún regalo en forma de errores desde el tiro libre cobista) fueron cerrando la brecha, para irse al descanso con solo dos puntos de desventaja y la sensación de que la fragilidad del COB iba en aumento.

La descomposición del equipo

Un minuto y treinta y cinco segundos. Es lo que tardaron los ourensanos en perder el ritmo tras el paso por los vestuarios. Una canasta de Kohajda fue el fin de un equipo atemorizado y bloqueado, que sin Navarro y Van Wijk (superados por sus pares constantemente) poco pudo hacer. Timmer cambió el tempo del partido y el equipo ourensano comenzó a desmoronarse. Durante el resto del periodo solo las acciones interiores de un combativo Menzies, el mejor con diferencia de los locales, evitaron que el descalabro fuese completo.

El último cuarto fue un sufrimiento para los jugadores del COB una vez se diluyó el intento de remontada a por el que se lanzaron en el último acto. Sin rebote, descontrolados en defensa y sin criterio en ataque, los tiempos muertos de García de Vitoria solo sirvieron para constatar que a los ourensanos le hace falta salir (de la manera que sea) de una situación que ya es una espiral de terror.

Del 63-68 tras un triple de Mazaira, el encuentro pasó antes del primer tiempo muerto a 65-76 y posteriormente al 67-83, aderezado con los triples de un Real Valladolid que terminó disfrutando en la cancha, justo una hora después de verse 15 puntos abajo en el marcador.

En los minutos finales, algunas acciones para engordar las estadísticas de un desaparecido y errático Adonys Henríquez, un triple contra el canto del tablero de Tomàs que constata la frustración de la plantilla (78-88) y la sensación de que durante las vacaciones navideñas el cuerpo técnico del Ibereólica Renovables pasará mucho tiempo en las oficinas buscando soluciones para evitar que la sombra del descenso se asome un poquito más por la puerta del Pazo Paco Paz.

Cuarto a cuarto

1º - Buen inicio de encuentro del conjunto local, con Menzies dominando la pintura y Mikel Úriz marcando el ritmo del juego (25-18).

2º - Dimitrijevic, tremendamente acertado se convirtió en el faro de un COB que ya mostró debilidad antes del descanso (44-42).

3º - Tras el paso por el vestuario, la descomposición. Los fantasmas del COB aparecieron y perdieron el ritmo del encuentro (58-66)

4º - El tímido intento de reacción local se quedó diluido en unas cuantas acciones aisladas que maquillaron el marcador en la recta final (78-88).

Te puede interesar