Hay apellidos que quedarán grabados a fuego en el deporte español. Uno de ellos es Llorente, que se entronca con el de Gento, formando una de las sagas deportivas con más galones en España. En fútbol y baloncesto. A ella pertenece Sergio Llorente (Madrid, 1990), uno de los fichajes del COB para el próximo curso. Y no uno cualquiera. Sobre su espalda, además de una trayectoria que incluye mucha LEB Oro y experiencia en ACB, también estará el ser el capitán de un equipo totalmente nuevo. Un reto que asume. Se ha criado entre balones. Y tiene hambre para seguir liderar un proyecto.
“Me han educado muy bien en casa. Me ha servido para entender dónde estoy, qué tengo qué hacer. Soy una persona que intento siempre ayudar. Hablar de saga es algo que le gusta a la prensa. Está bien. Te da una serie de valores que son positivos, pero siempre si los utilizas. Compromiso, compañerismo, perseverancia... Quedan muy bien escritos en una pared, pero hay que aplicarlos todos los días”, explica.
Es hijo de Joe Llorente, mítico base madridista y medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles. También es sobrino del exjugador Toñín Llorente y de los exfutbolistas Julio y Paco Llorente, todos ellos a su vez sobrinos del emblemático jugador blanco Paco Gento. Y, por ejemplo, primo de Marcos Llorente, jugador internacional del Atlético. “Estoy de boda, que toca este fin de semana”, explica Sergio en alusión al mediático enlace de su primo.
Descanso antes de volver a las pistas. Su llegada al COB fue rápida. Propuesta y respuesta. “Es que ni hemos negociado. Hablé con Félix Alonso y me pareció muy bien lo que me contó. Me presentaron una oferta, lo hablé con la familia y les di la respuesta. Estoy muy ilusionado, sobre todo con el rol que tienen diseñado para mí”.
Porque llega para liderar con un brazalete de capitán imaginario en el brazo. “Más que capitán me gusta ser el líder. Ser un ejemplo de poner al equipo por delante de cualquier cosa. Supongo que seré uno de los jugadores más veterano, quizá el más veterano, y creo que para construir algo tenemos un papel fundamental”.
Cuando tiene el balón en las manos, se define como “un jugador alegre, que intento contagiar energía en los momentos que puede faltar. Equilibrar el equipo para que los compañeros estén a gusto, sabiendo sufrir cuando toque”.
Jugó en el Pazo como visitante. Sabe lo que hay, tanto en el pasado como en el futuro inmediato. “Conozco al club y su historia. La importancia que tiene el baloncesto en la ciudad. El equipo parte de cero. Es un hándicap que tenemos, pero en ningún caso puede ser una excusa. Si la plantilla se hace nueva es porque los cambios eran necesarios”, apunta Llorente.
Después de tres años en Bélgica no le disgustaba la idea de volver a España, aunque no era una necesidad. Necesitaba una chispa que llegó en forma de COB. “Lo que tengo ganas es de meterme en este proyecto, que es bastante interesante para mí como deportista y como persona. Félix, con su llamada, me abrió una puerta a la que yo estaba llamando hace tiempo. A mí me gusta competir. Yo estoy en el baloncesto para competir”.
Declaración de intenciones y palabra de capitán.
