Miedo en Vilameá tras el asalto a un “home querido”

TESTIMONIOS DE LOS VECINOS

La vivienda del empresario en Vilameá no se encuentra en el centro de la aldea, aun así, es muy querido en el pueblo

Publicado: 21 ene 2025 - 06:50 Actualizado: 21 ene 2025 - 17:02

Vilameá Lobios (Ourense) 20/01/25. Suceso Laura. Foto: Iago Cortón
Vilameá Lobios (Ourense) 20/01/25. Suceso Laura. Foto: Iago Cortón

La vivienda de Manuel P.M. cuenta con tres plantas, garaje y un jardín cercado por una valla que no destaca precisamente por su gran tamaño. Está ubicada en Vilameá (103 habitantes), aunque no en el centro de la aldea, sino en la carretera que va hacia Lobios. Este lugar se caracteriza, además, por muchas casas deshabitadas durante gran parte del año, ya que funcionan como segundas residencias. Esto provoca que la vida en las calles de la aldea sea prácticamente nula, de hecho, ayer por la mañana apenas había tránsito. “Somos catro e estamos metidos na casa, xente non hai”, señaló ayer a este periódico una vecina de la zona.

Los residentes, que se enteraron del asalto por la prensa, mostraron ayer su preocupación ante el robo que sufrió un “buen hombre”. Todos describen a Manuel como un gran vecino, simpático y que socializaba mucho con el resto. Se crio en Vilameá y, aunque vivió fuera de Galicia varios años, volvió hace más de dos décadas. “É moi aventureiro, moi traballador, é moi querido no pobo, é moi voluntario, fai calquera cousa que faga falta para axudar”, explica Rosa Amelia Álvarez, vecina de Vilameá y que conoce a Manuel desde que eran pequeños.

“Sorprende porque ata agora sempre estivemos tranquilos, unha cousa destas é a primeira”, explicó Álvarez, quien indicó que “de agora en diante claro que ímos ter medo”. En este sentido, explica que se sienten desprotegidos por la falta de vigilancia.

Ricardo -prefiere no dar su apellido- es amigo de Manuel, quien además le construyó su vivienda. “El é moi dinámico, ten 74 anos e todas as mañás ás oito xa está en pe de guerra, está xubilado e a empresa creo que continúa o fillo con ela, pero el vai a botar un ollo porque senón di que morre vivo”, cuenta sobre su amigo y vecino.

Igual que Rosa Amelia, también echa en falta mayor vigilancia. “A xente estará intranquila, tivo que vir unha patrulla de Calvos de Randín; nesta contorna polas noites hai unha patrulla e, se está a 30 quilómetros, tarda 30 minutos en vir”.

Contenido patrocinado

stats