La ejecutiva provincial pide a Valcárcel que deje sus actas

La crisis en el socialismo ourensano continúa. La dirección del PSOE provincial enseñó ayer oficialmente la puerta de salida a Xosé Carlos Valcárcel, alcalde de Barbadás, tras la denuncia interna presentada contra él por una militante que alega acoso laboral. Sin embargo, lejos de capitular ante la presión de su partido, el regidor ha convertido su salida en un acto de resistencia. Si bien ha formalizado su baja voluntaria de militancia, se niega a entregar sus actas de concejal y diputado provincial, pasando así al grupo de no adscritos y manteniendo la Alcaldía, defendiendo su inocencia.

El secretario provincial de los socialistas, Álvaro Vila, compareció ayer para oficializar el divorcio con Valcárcel y marcar el “rotundo apoio” a la víctima. Vila relató que la crisis se precipitó el domingo, cuando la denunciante —quien sostiene haber sufrido represalias laborales por parte del alcalde tras informar en 2024 de un presunto acoso sexual de otro edil— contactó con él mediante llamada. Al día siguiente, quedaron y Vila trasladó la información a los órganos del partido y se lo comunicó al propio Valcárcel, al tiempo que ella denunciaba el caso en el canal interno del PSOE. Ante este escenario, el líder provincial dio prioridad a investigar la situación, que instruirá Ferraz, asumiendo implícitamente la pérdida de control de Barbadás: “A situación de goberno en Barbadás é secundaria. O primeiro que debemos facer é acompañar a vítima”.

Vila emplazó públicamente a Valcárcel a “asumir as responsabilidades políticas” adecuadas a la gravedad de los hechos, instándole a devolver las actas conseguidas bajo las siglas socialistas, amparándose en que el partido tiene “tolerancia cero” con cualquier forma de acoso. Defendió además que el proceso interno será “garantista” para ambas partes y subrayó que el PSOE es el “único partido” con un canal específico para este tipo de denuncias, destacando la rapidez de la respuesta orgánica.

Además, Vila desveló que el exconcejal de Barbadás que dejó el cargo en agosto de 2024 tras una denuncia interna de acoso sexual sigue siendo militante y será expulsado inmediatamente. En la ejecutiva provincial afirmaron también desconocer la existencia previa de ese caso.

La respuesta de Valcárcel sigue siendo firme. El alcalde volvió a negar las acusaciones (“no soy un acosador”) y defendió su gestión, asegurando que la denunciante mantuvo la autonomía de decisión y la firma en sus áreas delegadas hasta su baja médica. El regidor cargó de nuevo contra el secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, al que acusó de “negligencia” e “incompetencia”, insinuando un doble rasero. Exigió su dimisión y sugirió que su propia caída actúa como cortina de humo.

Vila, preguntado por la comparación con el caso de Lugo (caso Tomé), cerró filas con la dirección gallega y recalcó la dificultad de actuar “mentres non se ten un soporte de denuncia”, diferenciando ambas situaciones.

Pese a la soledad orgánica, Valcárcel sobrevive. El concejal de Democracia Ourensana, Daniel Rey, descarta por ahora romper el pacto de gobierno, lo que da margen al alcalde para reorganizar el ejecutivo desde el grupo mixto. En paralelo, el PP lanzó una ofensiva reclamando un pleno extraordinario y urgente para forzar la dimisión del regidor por la “ingobernabilidade”.

Todas las miradas se dirigen ahora al grupo socialista de Barbadás. Vila reconoció que aún no se ha abordado con los concejales cómo quedará la corporación, por lo que este jueves se perfila como día clave para decidir si rompen el gobierno o se mantienen junto a su alcalde.