FIJAR POBLACIÓN
“Acuerdo Rural” traslada sus propuestas a la FEMP
RECUPERACIÓN POST INCENDIO
La cara es el espejo del alma y a través de la de Esperanza Vidal se pueden ver los ochos años que ha pasado Carballeda de Avia desde el incendio que arrasó el 70% de la superficie de la localidad en octubre de 2017. Esta vecina posó ayer en una finca colindante a su vivienda, en la aldea de Abelenda das Penas, rodeada de cerca de un paisaje verde, aunque el fondo vuelve a ser negro debido al fuego que afectó al municipio este verano.
En el mismo lugar, la mañana del 16 de octubre de 2017, su rostro era totalmente distinto. Estaba marcado por una expresión de profundo cansancio y dolor mientras las lágrimas inundaban su tez tras ver cómo las llamas habían arrasado totalmente el paisaje y se habían cobrado la vida de un vecino, de 78 años, quien murió intentando salvar a sus animales. Su imagen dio la vuelta a España al mostrar su desolación e impotencia al ver reducida a cenizas la tierra que ama y que la vio nacer.
Esperanza Vidal explica que este año tampoco fue bueno, ya que el fuego se cebó de nuevo con Carballeda y arrasó 4.000 hectáreas. “Foi un caos, estábamos contentos porque había verde outra vez, aunque a arboleda grande non volveu, pero hoxe están as montañas de arriba negras de novo”, indica. “Produce moita tristura ver arder a aldea na que nachiches, creciches e onde pensas morrer”, afirma.
Carballeda ya consiguió recuperarse tras 2017 y ahora le toca recorrer un camino que ya conoce. No lo transitará sola, lo hará acompañada del resto de concellos afectados por la ola de incendios. “Vaise recuperar o monte, non vai haber arboleda alta, pero o monte raso vai volver saír e as casas, con axudas e esforzo, vanse volver facer”, señala Esperanza Vidal, quien ya vivió el resurgimiento del concello tras la catástrofe de 2017.
En este sentido, les manda un mensaje de optimismo a los vecinos de los demás concellos afectados. “Van volver saír adiante, van volver sorrir, eu levo sorrido moitas veces, chorado moitas, pero sorrido tamén”, confiesa. “Mentres haxa vida todo arrinca para adiante e os galegos somos fortes e para afogarnos fai falta moito, sabemos repoñernos. Todo o que ardeu vaise recuperar como nos recuperamos nós cando sucedeu”, añade.
El incendio de 2017 dejó reducida a cenizas el 70% de la superficie de Carballeda de Avia y quemó 14 viviendas. Luis Milia, alcalde de la localidad, explica que gracias a las ayudas del Estado y mayoritariamente de la Xunta lograron arreglar las casas quemadas sin coste para los vecinos. En total, se destinaron a esta iniciativa casi tres millones de euros, que equivale a casi el doble del presupuesto anual del Concello. Además, tuvieron la colaboración de Ikea, que ayudó a amueblar las casas.
También Abanca resultó clave en esta acción, ya que adelantó el dinero a los vecinos sin cobrarles ningún interés. “Eso nos facilitó poder empezar antes con las viviendas”, recuerda el regidor. Todos estos ingredientes permitieron que solo tres años después, los afectados volviesen a su hogar.
Por otra parte, gracias a la colaboración de la empresa pública Tragsa, lograron retirar la madera quemada. Asimismo, días después del incendio llegaron las lluvias, por lo que el Concello, guiado por los técnicos, echó paja en terrenos con mucha pendiente para que el agua no arrastrase la capa y así evitar que el suelo quedase estéril. Respecto a la vegetación, Milia explica que gran parte de ella renació. “El 90% de las sobreiras (alcornoques), los robles y los castaños revivieron porque era un fuego de copa y no de raíz, a la que no le afectó. Al segundo año la imagen ya era totalmente distinta”, indica.
También tomaron medidas de prevención. En este sentido, en la zona de Abelenda das Penas se realizó un cortafuego natural desbrozando una extensión importante de terreno. Precisamente, resultó clave para que no avanzase más el incendio que afectó a Carballeda de Avia este verano.
Otra de las claves, explica el regidor, es hacer productivo el monte para que se mantenga cuidado y así no se propaguen las llamas. “Antiguamente, para nuestra gente era un tesoro porque de ahí sacaban todo para sus animales y la madera que tenían, mayoritariamente pinos, la cual cortaban cuando sufrían un problema y la vendían. Esto hacía que el monte se cuidase porque era un valor”, explica Milia.
En busca de este objetivo, una empresa dedicada al sector de la madera va a implantar un modelo piloto en la zona. Esta compañía se hará cargo de hacer la replantación y cuando venda la madera obtenida pagará a los propietarios, en función de los metros cuadrados que posean, el 50%. A mayores se encargará de la limpieza del monte y se compromete a priorizar la contratación de vecinos de la zona para realizar estas labores. “Se crea trabajo estable y así combates la despoblación”, explica Milia.
En esta línea, explica que había en marcha dos polígonos agrarios que permitían recuperar hectáreas de viñedo, pero el proyecto quedó paralizado y reclama su reactivación. Precisamente estos cultivos fueron claves en Valdeorras para impedir el paso de los incendios.
El alcalde también señala la importancia de apostar por las aldeas modelo, en el caso de Carballeda, en el núcleo de Muimenta. “En una de las viviendas hay módulos de 45 metros cuadrados, donde uno tiene una buena habitación, un buen baño y luego hay un espacio comunitario con el otro módulo con una pequeña cocina o un salón”, indica Milia. Estos espacios, que se van a poder alquilar por cien euros, ayudarían a asentar población, explica.
“Lo que no entiendo es que se aprobó una ley de tierras y se empezaron a hacer proyectos positivos y ahora se pasa página. La conselleira de Medio Rural dice que polígonos agroforestales, nada, aldeas modelo tampoco. No lo entiendo”, asegura Milia.
“Si la tierra está trabajada, no hay incendios”, resume el alcalde.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
FIJAR POBLACIÓN
“Acuerdo Rural” traslada sus propuestas a la FEMP
ANTIGUAS PROFESORAS
Homenaje a las pioneras del CEIP Pena Corneira en su 40º aniversario
Lo último
MÚSICA E BAILE POPULARES
O Festival Rebulir cumpre 20 anos como garante de cultura e tradición
Plácido Blanco Bembibre
HISTORIAS INCREÍBLES
Navidad o la fragilidad de Dios
PRAZA DE ABASTOSA
O mercado de Nadal de Celanova, estímulo para o consumo local