Intercambio de experiencias y diversión intergeneracional en el programa A Maiores de Carballiño

Una veintena de alumnos de segundo curso de la ESO del IES Nº1 de Carballiño se sumó ayer al taller intergeneracional promovido por el programa A Maiores, organizado por La Región con la colaboración del Concello de Carballiño y el Centro Sociocomunitario, permitiendo así que jóvenes y mayores pudieran pasar tiempo juntos, intercambiando experiencias y compartiendo actividades.

El punto de partida de la actividad, que se realizó en el Centro Sociocomunitario de Carballiño, fue la lectura del poema “O tempo e as xentes” de Ánxel Fole, tras el cual se abrió un debate en el que jóvenes y mayores explicaron cómo ven el paso de los años desde sus respectivas generaciones.

“En este punto confluyeron esa sensación de los mayores de que el tiempo pasa muy rápido, con la de los jóvenes, que están en una etapa en la que quieren que avance más para ser mayores, y fue un diálogo muy interesante”, explica la responsable de marketing de La Región, Paola Fernández. “También se habló de cómo ha cambiado la relación entre jóvenes y mayores, que ahora se basa en el diálogo y no se confunde el respeto con el miedo, o de cómo unos y otros utilizan las nuevas tecnologías y las ventajas e inconvenientes que les aportan en el día a día”, añade Paola Fernández.

Destaca que los talleres de A Maiores “están siendo una buena experiencia para los participantes y nos deja anécdotas muy bonitas, como la de una de las asistentes, que nos trajo un reportaje sobre ella que se publicó en La Región en 2001, para compartirlo con todos nosotros”.

Dinámica grupal

El taller incluyó varias dinámicas, para las cuales se organizaron grupos mixtos de niños y adultos, en los que intercambiaron recuerdos y reflexiones sobre cómo una generación puede aprender de la otra y como mantener viva la memoria y la experiencia.

Parte del debate se centró también en la irrupción de las nuevas tecnologías y como cambiaron el estilo de vida de las generaciones más jóvenes frente al de nuestros mayores. Una de las participantes, Trini Vidal, nos cuenta que “ellos nos hablan de cómo usan la tecnología, como nos puede ser útil también a nosotros, y cómo se relacionan hoy con este método. Me parece una experiencia preciosa saber cómo viven ellos hoy y que ellos sepan lo que hemos vivido nosotros”.

Teresa Castro, asistente al taller, explica que esta actividad la motivó desde el primer momento porque “me gusta interactuar con los niños, porque creo que se aprende mucho, yo disfruto escuchándoles. Pienso que es una iniciativa muy bonita y además me gusta también participar porque así conozco gente”.

Para los escolares como Martina Vázquez, de 13 años, “es una propuesta muy interesante, por eso me apunté a este taller. Ellos nos cuentan cómo vivían antes y nosotros les enseñamos cómo es nuestra vida ahora, así aprendemos unos de otros”.

Aarón Tizón cree que esta actividad aporta mucho a los jóvenes “porque aprendemos de nuestros antepasados y ellos de nosotros. Lo pasamos bien juntos y así también ellos se relacionan con gente a la que no están acostumbrados y les contamos cosas nuevas, como nos divertimos o nos expresamos”.

El taller concluyó con una dinámica de expresión creativa para realizar un dibujo con un mensaje para reflejar la confluencia de las dos generaciones.