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Naturaleza e historia. Dos palabras que resumen el concello de Piñor. Un municipio integrado en la comarca de Carballiño y que se sitúa a 29 kilómetros de la capital ourensana. El término municipal está atravesado por la carretera N-525 entre los puntos kilométricos 263 y 272, además de por la autovía gallega AG-53, que une Santiago de Compostela con Ourense.
Este concello siempre ha estado presente por sus rutas de senderismo en plena naturaleza y su patrimonio histórico. Ahora ha acaparado de nuevo la atención mediática desde que La Región desvelara esta misma semana que Julio Iglesias había comprado una casa en el municipio. Se trata de la mansión que el exalcalde de Ourense Manuel Cabezas y su esposa, Ada Arroyo, poseían en el lugar.
Orográficamente, está atravesado por los ríos Arenteiro, Mirela y Silvaboa y está cubierto en tres cuartas partes de su superficie por bosques de especies autóctonas. Gracias a que cuenta con esta gran foresta, sobre todo de pino, condujo a los artesanos de Piñor hacia el sector del mueble, pero lo que de veras triunfó fueron las fábricas de ataúdes e incluso el propio Concello está llevando a cabo la construcción del Museo del Ataúd. Por esto mismo, la localidad ha pasado a ser conocida como la capital gallega del féretro, una industria que no agota la clientela, pero que sufrió una importante transformación en los últimos tiempos a causa de las importaciones al ser conocida su labor durante el covid. También tuvo una gran relevancia en la industria del lino y del papel. Lo que conformó un gran eje empresarial en el Ourense del siglo XVII y XIX.
La acogedora experiencia inspiró a Camilo José Cela para escribir el libro “Mazurca para dos muertos”, basada en los paisajes de Piñor y que cuenta con su propia ruta literaria. De este municipio era gran parte de la familia del célebre escritor gallego.
Una gran excusa para adentrarse al concello de Piñor es recorrer sus senderos naturales y contemplar sus impresionantes bosques repletos de especies autóctonas. La ruta de O Peilán es un regalo para los sentidos, ya que es un camino natural para que perseguir las orillas del río Arenteiro. Durante la ruta, además de disfrutar del olor que desprenden las maravillosas cascadas naturales y el color de la floresta, se podrán hallar diversos canales, puentes, presas e incluso otras maestras de patrimonio etnográfico como sus molinos harineros.
La cascada de Lousado, localizada en el mismo sendero de O Peilán, a orillas del río Arenteiro, nace en la Peña de Francia a 840 metros de altitud y recorre 33 kilómetros hasta desembocar en el río Avia. Para poder verla, antes de entrar en el puente que cruza el río Arenteiro, nos desviamos a la derecha hacia Lousado. A mitad de camino encontramos un desvío con un indicador hacia Ponte Lousado y lo cogeremos para bajar hasta la antigua fábrica de papel. Unos 200 metros sendero arriba encontramos la cascada, debajo de la presa, y un puente de piedra. Sin duda, un entorno mágico, acondicionado con pasarelas y miradores de madera, modificadas por la presa que llevaba el agua a la antigua factoría y que cerró en 1950. En épocas de lluvia, la presa desborda formando una cascada artificial.
Continuando el sendero habilitado para recorrer el río Arenteiro y, una vez vistas las cascadas naturales y miradores, el visitante encontrará una impresionante construcción del año 1836. Esta es la Fábrica de Papel. Se trata de una gran edificación que partió de un pazo y que contaba con todas las infraestructuras para la producción. Para su trabajo aprovechaba el agua del río Arenteiro e incluso la utilizaba para producir electricidad. La trayectoria de las industrias papeleras, a partir de entonces y hasta mediados del siglo XX, dejó un legado y patrimonio cultural de enorme valor en la zona. Un pilar fundamental en las riberas del río Arenteiro, donde el sector del papel y cuero ejerció una gran influencia, siendo un eje dinamizador y económico.
El concello de Piñor cuenta con múltiples capillas e iglesias, muestra de la gran devoción a la religión de sus gentes a lo largo de los siglos. Un gran legado del patrimonio histórico lo tiene la iglesia de A Corna. Su construcción se produjo al mismo tiempo que la abadía de Santa María A Real de Oseira, como lo demuestra la presencia de los dos escudos nobiliarios existentes en el edificio, datado de 1798. Su presencia en el Camino de Santiago (Vía da Plata) hacen las delicias de los peregrinos que visitan la localidad.
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