El coste social

Publicado: 09 dic 2025 - 01:10

Cartas al director en La Región.
Cartas al director en La Región. | La Región

Se habla con frecuencia del coste económico, de los presupuestos y de si el déficit sube o baja. Mucho menos del coste social que soportan miles de ciudadanos. Ese coste no aparece en ningún cuadro macroeconómico, pero se percibe en cada hogar que llega con dificultad a fin de mes pese a trabajar; en quienes encadenan dos empleos para mantenerse a flote; o en quienes terminan viviendo en caravanas, habitaciones precarias o incluso en la calle ante la imposibilidad de pagar un alquiler.

Mientras tanto, los programas públicos parecen limitarse al Ingreso Mínimo Vital, una ayuda necesaria pero insuficiente para afrontar los problemas de fondo: el acceso a la vivienda, la estabilidad laboral y la escalada del coste de la vida. No basta con asistir a quien ya ha caído; es imprescindible impedir que tantos sigan cayendo.

Resulta difícil hablar de progreso cuando un empleo no garantiza dignidad o cuando se normaliza que cada vez más personas dependan de recursos de emergencia. La economía puede crecer, sí, pero si ese crecimiento no se traduce en seguridad vital, lo que aumenta es la brecha entre los datos y la vida real.

Ese es el verdadero coste que estamos asumiendo: el de una sociedad que avanza en cifras, pero retrocede en bienestar. No sorprende, entonces, el aumento de los problemas de salud mental y de la soledad. Y, ante todo ello, la democracia y sus representantes parecen haber dado la espalda a quienes más lo necesitan.

Es tiempo de Navidad. Es tiempo de reflexión.

Pedro Marín Usón (Zaragoza)

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