Diálogo Marxismo-Religión

Cuando se plantea la cuestión del dialogo del cristianismo con el materialismo dialéctico, pienso que está subyacente una visión ideologizada del marxismo en la medida en que se enfrenta a un cristianismo ideologizado con una marxismo ideologizado. Así se hace muy difícil el entendimiento y lograr planteamientos comunes en la solución de problemas tan lacerantes como son la pobreza, la exclusión social, los derechos de los emigrantes.

Creo que esa formulación que se ha hecho por algunos partidos políticos corresponde a un marxismo integrista, cerrado sobre sí mismo, que piensa que el materialimo dialéctico le da respuesta a las grandes cuestiones del hombre, de la Naturaleza, del Universo, del Arte, de la filosofía, y a un Cristianismo que se cree que se basta a sí mismo. Ese es un planteamiento irreconciliable. Puede haber pactos formales. La cuestión no va más allá de la mutua tolerancia.

Habrá que precisar a qué modelo de ateísmo nos referismo. Porque pienso que hay diversos tipos de ateismo como hay diversos tipos de religión que permiten diversas formas de entenderse con los distintos miembros de la sociedad. Ese tipo de ateísmo, que todo lo invade, no aporta nada o muy poco a las reformas sociales necesarias . Sin embargo el ateísmos marxista, el ateísmo del militante, el que ha luchado contra cierto modelo de religión, en la medida que ha considerado que era un obstáculo para la liberación del pueblo, y que ha interpelado a los poderosos, y que en ese sentido había traicionado al mensaje que llevaba. habían hecho con su cesión a los explotadores.

la izquierda no esta dispuesta a lograr un frente amplio de la lucha contra la pobreza a favor de la libertad

Creo que el encuentro ha de prescindir de muchos aspectos circunstanciales y asumir los contenidos de condicionantes .éticas. La izquierda ha perdido sus bases que tanto han intervenido en su configuración y a leído mal los cambios del mundo. No es tanto que la izquierda esté falta de ideas. Ha sido incapaz de conseguir de una sintesis que que se traduzca en un verdadero proyecto político alternativo. El hundimiento del mito revolucionario le ha impedido entender las nuevas formas de cambio que emanan de las periferias y conectar con ellas. El paso de un modelo revolucionario, basado en la violencia a otro modelo basado en la revolución pacífica e integradora no ha tenido sus dirigentes efectivos.

Una política reformista ha de incidir en el reparto del poder y en distribución de la riqueza. La izquierda hace tiempo que ha renunciado a ello. Y de ese modo sin unas bases sociales que creía cautivas, que ante el desconcierto y la desesperación, no tiene ningún empacho en votar a la extrema derecha. Y sin voz porque abandonando el reformismo radical, no ha hecho más que copiar las propuestas de la derecha. La crisis puede ser el momento para recuperar las ansias de reforma. Pero la izquierda no esta dispuesta a lograr un frente amplio de la lucha contra la pobreza a favor de la libertad. Sin definir el “enemigo” es muy dificil arrastrar a la ciudadanía en una lucha para cambiar las relaciones. No es buena en política la posición de quien se dedica a la repetición crítica de los fallos de los otros sin ofrecer alternativas. La alternativa ha de provenir del diálogo ético entre todos los que estan dispuesto a luchar contra la pobreza, la exclusión social cualquiera que sea la forma en que se manifieste hoy.

Moncho Ramos Requejo (Maceda)