Ceden durante 50 años al Concello de Monterrei la atalaya de la fortaleza

El alcalde de Monterrei, José Luis Suárez, y el empresario verinés Alberto Prieto, firmaron este jueves el convenio por el que el Concello obtiene la cesión gratuita durante medio siglo de la Atalaya de Monterrei, hasta el año 2074, ratificando la decisión aprobada por el pleno el pasado mes de junio.

Prieto ejerció como copropietario del fondo inmobiliario Auri S.L., dueño de este fortín del siglo XVII, ubicado muy próximo al castillo de Monterrei, y que en la década de los 60 pasó a manos privadas. El convenio establece la cesión de la edificación, así como del perímetro adyacente.

El regidor agradeció en primer lugar la voluntad de sus dueños, que llevaban un tiempo buscando fórmulas para que volviera a manos públicas. Suárez cree que esta cesión es “un paso máis” en la recuperación del entorno de la fortaleza, y afirmó que la Atalaya forma “o triángulo máxico de Monterrei”, junto al castillo y la iglesia de Santa María de Mixós.

Proyectos para el fortín

La recuperación de la Atalaya pasa ahora por limpiar y desbrozar la estructura, con el fin de evaluar su estado. Posteriormente, el alcalde afirmó que “petarán en tódalas portas” para ponerlo en valor, y se emplazó al siguiente convenio con Turismo de Galicia y la Diputación, en el que la Atalaya se incorporará al plan de conservación y mantenimiento del que goza el castillo de Monterrei, con el fin de darle un uso “cultural e turístico”.

“Glamping” en torno al vino

Prieto también celebró el convenio de un bien “que nunca debeu saír das mans do Concello”. El empresario, junto a otros socios, adquirió la Atalaya y un espacio de unos 31.000 metros cuadrados junto a ella con el objetivo de desarrollar un proyecto turístico que pasa por la creación de un “camping de luxo, o que se coñece como glamping, pero temático, arredor do viño, potencial crecente da comarca”.

El plan turístico contempla levantar entre 15 y 20 alojamientos en forma de grandes cubas de vino, provistos de balcón. Prieto definió el proyecto como “un gran atractivo para el Concello”, del que destacó sus vistas, “extraordinarias, tanto ao val como ao castelo”, y que a su vez se podrán observar desde la A-52 de una forma “espectacular”.