EL MACHISMO NO CESA
La violencia de género no da tregua: 2,4 denuncias al día en Ourense
La rúa do Teixo, en el barrio de A Carballeira, permanece atascada en el siglo XX. Cinco de las familias que residen en esta calle no cuentan ni con agua de la red municipal, ni con saneamiento público, ni con recogida de basura. De hecho, la parte asfaltada de la vía termina a más de 100 metros de sus viviendas: para llegar a ellas, lo hacen por un camino de tierra, repleto de baches y sin iluminación. “Estamos totalmente abandonados polo goberno local”, reclama Rodrigo Cabada, uno de los vecinos afectados.
Pese a las numerosas reclamaciones y denuncias interpuestas contra el Concello, la situación no ha cambiado. “Ponen la excusa de que este es suelo urbano no consolidado y que no se puede hacer nada, es una vergüenza”, explica Gonzalo Delgado, otro de los afectados. Los vecinos aseguran que el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, rehúsa reunirse con ellos, aunque hace años -cuando era concejal en la oposición- sí se interesó por su situación.
El camino de tierra que une el inicio de la calle con estas viviendas es comunal, lo que dificulta la situación. “No seu momento falamos cos donos do camiño, pero non quixeron axudar. Está claro que é o Concello o que ten que actuar, pero non fan nada”, apunta Cabada.
PROBLEMAS CON EL AGUA
La falta de servicios básicos provoca que los vecinos se abastezcan de sus propios pozos y utilicen fosas sépticas. “Dos dous pozos que teño, un está seco e o outro ten moi pouca auga. Estou utilizando un tanque de 3.000 litros para encher o depósito: lévoo a casa de meus pais para enchelo e despois traelo aquí”, explica Cabada. Todas las viviendas afectadas, sin embargo, sí pagan el impuesto municipal del agua: “Estamos pagando coma o resto da poboación, pero non temos nada”.
Por otra parte, la falta de iluminación y de asfaltado también dificulta su día a día. “Pola noite aquí é mellor moverse en coche, porque non se ve nada. Os repartidores non chegan, porque ven todo escuro e xa non cruzan…”, señalan. Y cuando llueve, llega el barro: “Non se pode camiñar, está intransitable. Aos nenos poñémoslle catiuscas para chegar a outra parte, e logo poñen as zapatillas. É unha vergonza”.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
EL MACHISMO NO CESA
La violencia de género no da tregua: 2,4 denuncias al día en Ourense
Los ingenieros agrícolas de Ourense renuevan su cúpula
Pepe Paz, presidente do Colexio de Enxeñeiros Agrícolas: “Temos que facer un novo rural con mais industrias agroalimentarias”
UNO MENOS QUE EN 2022
Ourense se acerca a su récord de colisiones provocadas por animales
CULTURA EN EL RURAL
La Red Provincial de Auditorios de Ourense alcanza los 7.500 espectadores
Lo último
Jaime Noguerol
EL ÁNGULO INVERSO
La mirada sabia del barman
PRIMERA FEDERACIÓN
Una victoria para terminar el año del Arenteiro