Alejandro y Mónica, de Qvirón Vet: “Fondos de inversión están comprando clínicas veterinarias”

Qvirón Vet es una clínica veterinaria que inició su andadura en Ourense en el año 2013, cuando sus dos socios, ambos veterinarios, Alejandro y Mónica, decidieron poner en marcha este negocio en una de las zonas de mayor expansión poblacional de la ciudad de Ourense en la última década, la zona nueva de Barrocás. Es esta una parte de la ciudad con gran número de parejas y familias jóvenes que en un porcentaje muy elevado comparten su vida con al menos una mascota. La ubicación parecía la adecuada y así ha sido. El negocio ha ido creciendo durante estos once años.

¿Cómo ha evolucionado el sector Pet (mascotas) en la última década?

El incremento del mundo mascotas es evidente. Podría decir que en una década el crecimiento ha sido brutal, yo diría que desde aproximadamente el 2015-16, cuando ya estábamos establecidos en el sector, hasta el presente, el número de animales que acuden a la clínica se ha incrementado muy por encima del 300%.

¿Qué especies son las que más visitan vuestra clínica?

En primer lugar, perros, aunque el crecimiento del número de gatos es mucho más fuerte en los últimos años. Además, también atendemos conejos, hurones, cobayas, hámsteres, etc.

Empezasteis en el año 2013 con una pequeña clínica en la calle José Gil, a escasos 100 metros de vuestra ubicación actual, y a principios de este año os mudasteis a estas nuevas instalaciones en Cesáreo González, ¿cuál fue el motivo?

Fundamentalmente, fue un motivo de espacio. Tanto el incremento de clientes como el consecuente incremento de personal hicieron que fuese físicamente imposible seguir trabajando allí, por eso hace poco más de un año decidimos trasladarnos a un local mucho más grande. En este nuevo local disponemos de tienda, salas de consultas, quirófano, sala de recuperación, sala de rayos X y laboratorio. El antiguo local todavía lo mantenemos y ahora es nuestra peluquería.

¿Cuánto personal trabaja actualmente en Qvirón Vet?

A día de hoy somos nueve en total. Cinco veterinarios, dos auxiliares y dos personas más en la peluquería.

¿Cuántas citas diarias atendéis?

Atendemos una media de 40, a veces más. Esto nos obligó a modificar nuestros horarios. Hoy abrimos diariamente (de lunes a viernes) de nueve de la mañana a nueve de la noche y los sábados en horario de mañana.

¿Tras la intervención los animales se quedan “hospitalizados”?

No es lo habitual, depende de la cirugía. Si es necesario, disponemos de una sala de recuperación postoperatoria para las horas posteriores a las intervenciones.

¿Además de las típicas patologías físicas, también tratáis otro tipo de patologías en las mascotas?

Efectivamente, también se diagnostican y tratan enfermedades mentales en los animales. Normalmente, cuando esto ocurre derivamos a las mascotas a una consulta de etología aquí en Ourense. En nuestro caso, Rita Campos (etóloga) se encarga de este tipo de pacientes.

¿Es posible que a los animales se les receten antidepresivos?

Sí, exactamente igual que a las personas y en muchos casos son exactamente los mismos medicamentos.

¿Además de clínica veterinaria y peluquería que más líneas de negocio trabajáis?

Trabajamos también alimentación (pienso, chuches, yogures, helados, etc.), suplementos, juguetes, nutracéuticos, etc. Además, una de nuestras veterinarias se está especializando en especies exóticas (iguanas, loros, cacatúas, etc.), que, aunque no suponen un porcentaje muy alto dentro de nuestra clientela, también queremos tener cubierto este nicho de mercado.

¿Cómo evoluciona el sector?

En los últimos años, hemos visto como fondos de inversión están metiéndose en el sector a través de la compra de clínicas. Las expectativas de crecimiento a doble dígito son muy atractivas para obtener elevadas rentabilidades, prácticamente imposibles en cualquier otro sector. Cada año se incrementa el gasto medio por mascota. Desde la pandemia. el gasto en servicios veterinarios de los hogares españoles ha crecido casi un 50%.

Por lo tanto, ¿el futuro de vuestra empresa es prometedor?

Sin duda, parece que sí. El cambio de modelo familiar cada vez más incluye a una mascota entre los miembros de las familias, muchas de ellas sin hijos.