UNO MENOS QUE EN 2022
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TITULAR DEL JUZGADO DE INSTRUCCIÓN 6 DE LA AUDIENCIA NACIONAL
La cita con Antonio Piña es en una cafetería de la calle Progreso porque ya no tiene despacho en la Audiencia de Ourense, en donde estuvo como presidente estos últimos diez años. Este lunes comienza en el Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional. Cambia la plaza de Concepción Arenal por la plaza de Colón, a 488 kilómetros.
Antonio Piña Alonso (Tui, 1965) vivirá a caballo entre Ourense y Madrid, y entre las causas a las que deberá echar mano en la AN hay una, especialmente, vinculada a Ourense, el procesamiento de la excúpula de ETA por el asesinato del concejal de Ermua Miguel Ángel Blanco (PP), enterrado en Faramontaos (A Merca).
Vuelve a la instrucción pese a que le gusta más poner sentencias. ¿No es algo contradictorio?
Vuelvo a una instrucción que tiene una serie de características que la hacen distinta a lo que son los juzgados normales. Ya no solo por el contenido, por las causas que se ven, sino porque tienen un componente de transnacionalidad muy importante. Esa es una materia que me gusta mucho y que aquí no tenemos. En la Audiencia Nacional hay muchos equipos conjuntos de investigación con otros países, mucha extradición, muchos procedimientos muy diferentes…
Es cierto que me gusta más sentenciar, porque me gusta más el Derecho a fondo. Y porque, además, estás mucho más resguardado. En la Audiencia provincial son tres magistrados los que toman decisiones. Por los primeros contactos que he tenido con el nuevo trabajo, me parece que me va a gustar mucho.
¿Se le quedaba pequeño Ourense?
Había dos opciones. O seguía haciendo lo mismo, en donde ya me encontraba cómodo, o salía de la zona de confort. Me quedan unos años para jubilarme, era la posibilidad de poder explorar otras vías, de poder hacer cosas que conocía porque siempre he estudiado mucho la parte de cooperación internacional, pero que nunca había tenido un contacto directo con ellas en un juzgado.
¿Llega a la Audiencia Nacional con una carta marcada por sus cargos de responsabilidad en la Asociación Profesional de la Magistratura (APM). ¿Será un inconveniente que le tachen de juez conservador?
Sí, yo creo que va a ser un motivo para que me lo recuerden en cada resolución que ponga, de un lado o de otro. Al final lo importante no es que sea uno conservador o progresista, sino que lo importante es lo que escribe, y si lo que escribe es correcto y se ajusta o no al Derecho. Es cierto que la sensibilidad, ya no digo política, sino la sensibilidad de cómo uno ve el mundo, va implícita en cada una de las personas y no te puedes desprender de ella. Pero yo siempre he tratado de aplicar la ley y de centrarme exclusivamente en lo que es legal. No pretendo hacer otra cosa, y mucho menos favorecer a nadie.
Su nuevo juzgado maneja causas con muchos políticos imputados por corrupción -operación Lezo, Púnica, Tandem…- y pendientes de usted.
Sí, lo que pasa es que ya están en la parte final. En el caso de la Púnica, le quedan dos piezas y la Lezo ya está prácticamente terminada. La Tandem tiene relevancia pública, pero no política. Toca las cloacas del Estado, pero no tiene esa relevancia política de la Púnica.
¿Es preocupante el “lawfare” en España?
Cuando a uno no le gusta una resolución, culpa al juez y a su ideología. Creo que no, y al final a uno se le debe juzgar por las resoluciones, no por pensar que puede haber una tendencia ideológica en perseguir a alguien. Yo desde luego trataré, a pesar de esa marca que ya llevas, de tener un juzgado despolitizado y que exclusivamente se centre en lo que es legal. Me da igual si favorece o perjudica a unos u otros.
A su antecesor, García Castellón, se le cuestionó por si pudiera estar intentando influir en la política nacional desde el juzgado. ¿Está preparado para cuestionamientos poco amables?
No me preocupan tanto los cuestionamientos de la prensa como los que escriben en X (antiguo Twitter) y toda esa gente que te escribe los comentarios al pie de página. Hace poco uno decía que yo era un “pepero marxista”. ¿Cómo se entiende eso? En la Audiencia Nacional hay seis jueces en los juzgados de instrucción, y hay algunos compañeros a los que no se conocen para nada, que no tienen una repercusión pública. Yo espero situarme en ese lado oscuro de los técnicos y no quiero tener tanta repercusión pública. No voy ahí a buscar esa repercusión pública, porque llevo muy mal estar en los periódicos todos los días.
Algunas de las resoluciones del mencionado fueron polémicas (Tsunami Democrático, los CDR…) y se le acusó de ser un ariete judicial de la derecha contra el independentismo
Es cierto que los procedimientos te pueden llevar a la publicidad o al cuestionamiento aunque tú no quieras. Yo espero que lo que escriba, que sea adecuado a Derecho y que no me lo puedan cuestionar. No pienso llevar procedimientos hasta el extremo o que no tengan una base práctica muy clara. Yo siempre he considerado que lo que es ilegal es ilegal, pero bueno, no se puede considerar todo como ilegal.
Pero las causas allí serán macrocausas…
Allí se ven causas de mucho tipo. Hay terrorismo, ahora más terrorismo yihadista. Están los asuntos de narcotráfico, es muy habitual que te pidan la interceptación de un barco en alta mar; muchas estafas, con muchísimos implicados, que transcienden del país. En la AN se llevan muchos procedimientos de cooperación internacional con Inglaterra, Alemania, Holanda… Es decir, que hay muy pocas causas normales. Sin olvidar los casos de corrupción. El problema será al principio, que tengo que ponerme al día en la mayoría de ellas. Me gusta mucho que el sistema de instrucción que allí se sigue se asemeja más a tu posición como juez de garantías que como juez de instrucción. Es decir, intervienen mucho menos en la instrucción y son el fiscal y las partes quienes lo llevan. Eso sí que me gusta mucho más. Es decir, que tú resuelvas las decisiones de fondo, pero que no tomes parte en la instrucción.
¿Le va a cambiar mucho la vida? De pasear tranquilamente por Ourense con su perro Polo a llevar escolta en Madrid.
Sí, eso sí que me va a cambiar y, sobre todo, porque yo soy gallego y muy gallego. Y a mí las ciudades grandes nunca me han gustado. Mientras mi mujer siga trabajando aquí, vendré mucho. Mi casa es mi casa y mis hijos son ourensanos y se sienten como tales.
De los audios del alcalde Jácome a los audios de Villarejo…
Sí, cambia el sentido de todo; intervienen despachos muy grandes, son macrocausas y hay un nivel muy grande de recursos. Pero bueno, al final es Derecho, razonas con las mismas herramientas, ves si hay indicios, si no los hay, los valoras. Voy a ser juez como he sido siempre. Mis funciones no cambian. Cambia que tienes que ver un volumen enorme de actuaciones, pero lo que es la función del juez no va a cambiar. Yo voy a poner mis resoluciones con arreglo a Derecho y caiga quien caiga, como el programa de la televisión.
¿A quién le gustaría ver en la presidencia de la Audiencia de Ourense? Ana del CarmenBlanco, Doval, Leonardo Álvarez …
Bueno, con los tres tengo amistad, con algunos más que con otros, y al final las vidas son afectos. Pues me gustaría que se nombrara a alguno de los que tengo más afecto.
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