Un anuncio, un piso falso y una nueva condena en Ourense

TRIBUNALES

Dos juzgados distintos han condenado por estafa a sendos “profesionales” en obtener rentas con pisos que no les pertenecen a través de anuncios de alquileres. El modus operandi es el mismo: presionar porque hay más interesados.

M. Sánchez

Publicado: 11 nov 2024 - 06:45 Actualizado: 11 nov 2024 - 07:53

La jueza del Penal 1, Victoria Candamo.
La jueza del Penal 1, Victoria Candamo.

Las estafas con el gancho de ofrecer una vivienda en alquiler han sumado una nueva condena en la ciudad de Ourense en las dos últimas semanas. La jueza del Penal 1 impuso a Sergio A.J. seis meses de prisión y el pago del dinero estafado a una mujer que solo pretendía alquilar un piso en septiembre de 2021 en la ciudad en la que acababa de desembarcar. El inculpado se puso en contacto con la denunciante, quien anunció en un portal de internet la búsqueda de un piso en Ourense. Sergio se hizo pasar por propietario de un tercero en el número 38 de la avenida de Zamora. No llegó a ver la casa (solo fotos) porque no era posible, ya que dentro vivía gente y hasta que se fuera no podría enseñárselo. Además, había más gente interesada y urgía una reserva.

Para engañar a la inquilina, le remitió un contrato de arrendamiento a través de la aplicación WhatsApp al tiempo que le pidió 450 euros de fianza. La denunciante ingresó el dinero en el número de cuenta facilitado por el acusado, y el 3 de septiembre, cuando había quedado en entregarle las llaves, la plantó. Lo último que supo de él es que estaba de camino si bien nunca apareció. Además, bloqueó las llamadas y mensajes de la perjudicada.

La investigación policial, tras la denuncia, siguió el rastro del estafador a través de su compañía de teléfono. La transferencia del dinero también dejó un rastro.

La jueza, a la hora de fundamentar su condena tiene en cuenta dos hechos. La incomparecencia del inculpado “para dar una explicación plausible de los hechos” en tanto que figura como titular del teléfono desde el que contactó con la denunciante y de la transferencia realizada. Pero también valora sus estafas previas: “Le constaban -recoge la sentencia- múltiples requisitorias por delitos similares que respondían al mismo modus operandi”.

Este tipo de malhechores, según las fuerzas de seguridad, siguen un mismo patrón delictivo: estafas de pequeñas cantidades para en caso de ser juzgados obtener penas mínimas o al tratarse de poco dinero disuadir a las víctimas de presentar la denuncia.

Este último mes, también se juzgó, pero en el Penal 2, a otro habitual de estas prácticas. El murciano José Juan N.M. aceptó una condena de seis meses. La fiscal en este caso le rebajó le pena inicial (dos años y medio) porque abonó los 600 euros que estafó a otra mujer que pretendía arrendar un piso en Juan XXIII. Según consta en el procedimiento, no era su primera condena.

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