Atemorizados por la actitud de un okupa en Rairiz de Veiga

UN PARAÍSO TRANSFORMADO EN UN INFIERNO

Vecinos de una parroquia de Rairiz de Veiga denuncian los destrozos que está causando un okupa en las aldeas de Celme y Forxás

Publicado: 03 feb 2025 - 06:45 Actualizado: 03 feb 2025 - 10:55

El muro de la finca de Roberto.
El muro de la finca de Roberto.

Basta únicamente una persona para convertir un paraíso en un auténtico infierno. Ya lo demostró Nerón en Roma en el verano del año 64 y precisamente destrozar un paraíso es lo que denuncian varios vecinos de la parroquia de Santa María de Ordes (Rairiz de Veiga) que ha hecho un okupa instalado en una de sus aldeas, concretamente en Celme.

Estado actual en el que se encuentra la casa de Roberto Fernández.
Estado actual en el que se encuentra la casa de Roberto Fernández.

“Esta é unha aldea pequena e hai dous anos veu un okupa aquí e empezou a meterse coa xente e a facer dano porque non quere a ninguén aquí. Eu viña antes moito xa que está a casa dos meus pais, a cal esnaquizou”, señala Roberto Fernández.

Solo con ver desde fuera la casa que con tanto esfuerzo construyeron sus padres es suficiente para darse cuenta de los destrozos causados. Cristales rotos a base de pedradas, cerraduras inservibles y parte del muro que cerca la finca de la vivienda tirado al suelo. Una vez en el interior, cuesta caminar sin tropezarse con alguna piedra o pisar uno de los múltiples cristales rotos.

Caminar por la casa de Roberto es sinónimo de esquivar piedras y cristales.
Caminar por la casa de Roberto es sinónimo de esquivar piedras y cristales.

“Isto agora está inundado de auga porque, claro, rebentou o tellado e é o que nos queda, agora podrece todo, a galería completa de cristais, rebentounos todos, a cerradura tamén rompeuna e tiven que por un cadeado”, cuenta Roberto mientras enseña el estado en el que está ahora su casa al tiempo que se da cuenta de nuevos destrozos que no había visto. Esta situación provoca que no pise apenas ya la aldea cuando antes iba dos o tres veces por semana. ”Aquí nunca pasou nada ata que chegou este okupa”, resalta.

En cuanto a la cuantía económica de los daños causados, los valora en alrededor de 60.000 euros, aunque resalta que tampoco puede arreglarlos porque volvería a destrozar todo el okupa. “Está mal da cabeza e é unha persoa moi vingativa e calculadora, fai as cousas con intención, sabe onde facer dano”, explica Roberto sobre el complicado vecino.

Los cristales de la casa de José Muiños también fueron atacados.
Los cristales de la casa de José Muiños también fueron atacados.

Manuel Ramos, residente en Forxás, también señala que ha tenido problemas con el okupa. “Rompeulle os cristais ao tractor, outro día rompeu a porta do tractor e a da casa, noutra ocasión veu insultarme ao mediodía e, como viu que collía o teléfono para chamar a Gardia Civil, ensinoume o cu, ben ensinado, e largouse”, explica Ramos.

También destaca que la ha tomado con familiares suyos. Rompió una ventana de casa de su padre y le rompió el parabrisas del coche de su hermano además de rayarselo. “Isto é unha desgracia, este animal acaba con nós”, asegura Ramos. En este sentido, indica que no pueden dormir gusto, ni tampoco tener nada fuera de la vivienda o viajar tranquilos. “Non sabemos o que nos imos encontrar ao volver”, añade.

Denuncia una agresión

Además, les preocupa que ande, según señalan, con una vara de hierro en la mano y otras veces con un hacha. “Todo o mundo ten medo, isto é un sinvivir”, afirma Ramos. Quien asegura que este okupa le dio con la vara de hierro es José Muiños, vecino de Celme. Según relata, él se encontraba en su finca con unos tomates. “Meteu o ferro pola enreixado e deume”, explica Muiños, quien resalta que acabó sangrando a causa del golpe.

”Ata que chegou este okupa nunca pasou nada”, dice Roberto Fernández, que tiene una casa en la aldea de Celme

En su caso, evita salir de casa por miedo a encontrarse a este okupa y que le haga daño. “Díxome que me ía a matar”, asegura. Bastante tiene ya con los desperfectos ocasionados en su casa, con cristales rotos o el tubo de la chimenea con un daño considerable. “Díxome o albañil que o teño que arranxar, pero fareino cando non esté este home aquí”, apunta. De hecho, según afirma, ha denunciado al okupa y ya se vieron en el juzgado. “Dixo que dende que viu aquí ten o pobo limpo”, indica Muiños mientras señala al camino principal de la aldea, donde las piedras están tiradas.

Camino principal de la aldea de Celme.
Camino principal de la aldea de Celme.

Los vecinos están cansados. Han denunciado los hechos ante la Guardia Civil, el Concello y ante algún partido político, pero la situación sigue igual. “Aquí nadie hace nada, lo único que se ha conseguido es que nosotros no nos acerquemos a la zona”, explican.

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