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UBICACIONES Y FOTOS
Están tan intrínsecamente asociados a la Navidad como el turrón, los Reyes Magos o las doce uvas, pero los belenes esconden un enorme trabajo durante todo el año para estar a punto en las fechas en las que cobran protagonismo. Apenas un mes en el que, año tras año, cada rincón de las comarcas no es una excepción, haciendo gala de nacimientos para todos los gustos, que conforman una ruta invisible a través de diferentes estilos, técnicas e interpretaciones.
Los belenes ourensanos se encuentran repartidos por todo el territorio, tanto en parroquias como en locales habilitados por particulares e incluso hospitales. Si algo tienen en común es que se trata de obras artesanales, incluidas las figuras. Y casi todos recogen elementos propios, pequeños guiños que hacen referencia al lugar en el que se ubican.
Por un lado, están los más clásicos, mientras que otros apuestan por reproducciones más rompedoras, acordes a los tiempos que nos acompañan. En cuanto a los materiales, la madera, el cartón, el uso de musgo o elementos vegetales sigue siendo una constante, pero muchos creadores también optan cada vez más por recursos ingeniosos que reutilizan materiales reciclados o le dan una segunda vida a objetos desechados.
Julio Dabarca, vecino de Francelos, muestra su arte de tallar madera con las figuras creadas para el belén más icónico de Ribadavia, expuesto en la Iglesia de Santiago. Este año añade 19 personajes y 6 casetas, contando con la colaboración de la Asociación de Mujeres Rurales.
Otro de los belenes más llamativos está en la parroquia de Ventosela, donde la familia Fernández abre las puertas de su casa para mostrar un belén de 15 metros cuadrados, hecho a mano con material reciclado, que cuenta con ambientación lumínica y figuras en 3D.
María Jesús Novoa, en colaboración con la Casa Aberta de Maside y el Concello, expone como cada Navidad su belén artesanal, con más de 2.000 piezas. Además de las figuras propias del nacimiento, hechas a mano, la artista incluye edificios emblemáticos de la comarca como el Consistorio de Maside o el Templo de la Veracruz de Carballiño, varios comercios tradicionales e incluso las pulpeiras en la feria. Estará abierto al público hasta el 6 de enero de 16:00 a 19:00 horas frente al Concello.
El Santuario de Nuestra Señora de los Milagros acoge el magno nacimiento, obra de los Padres Paúles, un trabajo muy elaborado que recrea numerosos personajes de la época, y que ocupa la mitad del espacio disponible en una nave lateral. Dispone de agua corriente y va mostrando un detallado recorrido de todo el Evangelio desde la Anunciación a la Virgen María hasta la Adoración de los Reyes Magos de Oriente. Se puede visitar en el horario del Santuario, salvo durante las misas.
La Torre da Homenaxe de Vilanova, el santuario de O Cristal o la gruta de la Armada son algunos de los escenarios que caracterizan los belenes tradicionales que, con mimo y esmero, llevan a cabo los vecinos en tres iglesias de Celanova. La parroquial en la villa de San Rosendo, que abre todos los días de 9,00 a 13,30 y de 15,30 a 20,30 horas.
En Vilanova dos Infantes está el belén de Milo, visitable en la iglesia de San Salvador cada tarde de 17,00 a 20,00 horas y cuando hay misa. Y en Rabal, el belén del santuario se puede ver domingos y festivos a las 13,00 horas.
La comarca tiene su referencia un año más en Verín con el “belén da Viruca”, una obra de Viruca González que crece año tras año. Abierto hasta el 6 de enero en la iglesia parroquial, todos los días de 17,00 a 19,00, y los festivos y domingos también de 11,00 a 13,00.
Por si fuera poco, el vestíbulo del hospital verinés dispone de un belén ecológico, obra de Lourdes de Gil Gago, mientras que junto a la iglesia de Oímbra es posible visitar el belén con elementos reciclados de Tamara Álvarez, de 10,30 a 20,30 horas.
El belén gallego situado a mayor altitud está en la cima de Pena Trevinca. Lo dejaron en la cumbre, a 2.127 metros sobre el nivel del mar, las 71 personas que participaron en la ruta que organizó el Club Peña Trevinca O Barco. A la cita, perteneciente a la Liga Ibérica de Senderismo, se anotaron montañeros de O Barco, A Rúa, O Bolo, León, A Coruña, Santiago, Vigo o Zaragoza, entre otros lugares de origen. Más de la mitad de los senderistas que se sumaron a esta aventura no habían subido nunca hasta este lugar, que se encontraba cubierto de un manto blanco de nieve.
El “belén de Elías” es un homenaje vivo a la tradición y la esencia de Trives, creado hace más de dos décadas por Elías Álvarez González. Con figuras animadas y detalladas réplicas de los monumentos más emblemáticos de la villa, esta obra maestra combina ingeniosos mecanismos reciclados y el amor por su tierra. Aunque su creador falleció hace más de una década, el belén sigue siendo el corazón de las celebraciones navideñas, recreando la vida cotidiana de Trives con un encanto único. Este nacimiento es más que una exposición: un legado que une generaciones.
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