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Este martes se cumplían tres meses de la entrada en la fase 0, que trajo la reapertura de los negocios con cita previa y el primer paso hacia la recuperación de la actividad. Una docena de establecimientos consultados en su momento echan ahora la vista atrás y reflexionan cómo ha sido su reapertura.
La confianza de la clientela de siempre ha sido un factor determinante para muchos negocios en su vuelta, especialmente en los del sector textil. "Houbo boa resposta hacia o comercio local", comenta Lorena Nespereira de El Armario de Lupita. Las dueñas de Thrama y Abraldes Shoes coinciden en este punto: "Es mucho más importante el compromiso de la gente que las ayudas que prometen los políticos y luego nunca llegan", recalca Sonia Abraldes.
La vuelta al cole es la esperanza de agosto para librerías y papelerías: "Ese mes siempre depende de la venta de libros de texto", apunta José Manuel García Mosquera, de la librería Kathedra. Esta es una época "fuerte" también para las papelerías, que esperan que "sea igual que el año pasado", explica Iria Domínguez, de Carlin.
La mercancía acumulada y pedidos atrasados que llegan ahora llenan algunas tiendas como la juguetería Croko Toy's: "Está entrando todo junto y las ventas podían haber sido mejores", cuenta Sandra Carrera. Es también el caso de Andrea Rojas y el centro de estética que lleva su nombre, para esta época "floja cuando tendríamos que tener el triple de trabajo". Mientras dentistas, ferreteros o fisioterapeutas alcanzan las recaudaciones de siempre, el sector hostelero vive momentos duros.
La cafetería Paparazzi en Ervedelo abrió sus puertas a los clientes "con un servicio de mayor calidad". A pesar del hándicap de una pequeña terraza, sus clientes se animan a entrar: "Tienes que currártelo más e intentamos darle algo que non encontrarán en otro sitio, aunque tenga terraza", comenta Manoli, encargada. La reapertura fue una "sorpresa" y, pese a que hay menos clientes en el mismo momento, "estamos haciendo más porque la gente se para menos".
Hace 3 meses: En Paparazzi los cafés eran solo para llevar y, gracias a este servicio que pocos ofrecieron, ganaron nuevos clientes: "Durante un mes no mereció la pena, pero ahora sí".
La ferretería San Francisco, en rúa Pena Corneira, no está teniendo problemas para continuar su actividad: "El primer mes hubo incluso más clientes de lo normal", recuerda Gustavo Fernández. Querían comprar bienes necesarios cuya compra se había retrasado. "Y este verano hemos vuelto a la normalidad en ventas. La gente respeta las normas, y no entra si ve que hay más personas en el establecimiento, así que estoy muy contento", celebra Fernández.
Hace 3 meses: Los clientes acudían menos y lo hacían con precaución, llamando antes por teléfono: "Me preguntaban si tenía un artículo determinado y les decía una hora para ir".
Las peluquerías, muy demandas en el inicio de la desescalada, siguen viviendo un verano atípico: "Las clientas vienen igual que antes, aunque notamos la falta de las celebraciones como bodas, bautizos y comuniones", explica Paco Gallego, de Gallego Estilismo. En esta nueva normalidad, el aforo juega en su contra para garantizar 1,5 metros de distancia: "Nos limita mucho y, usando todos mascarilla, podían dejar el aforo de antes", opina.
Hace 3 meses: Abrir en la fase 0 o en la 1 eran la duda en Gallego Estilismo, que se adaptó a todo el estricto protocolo para dar servicio de nuevo a sus clientas.
Pedro Fernández, al mando de La Taberna do Perico, lo tiene claro: "Nuestro problema es que la mayoría del local es interior. La normalidad solo se ve en las terrazas. Los interiores de los locales están vacíos". Tiene también un mensaje para las instituciones: "Planteémonos si las terrazas son un bien necesario o no", añade. "A largo plazo no es posible resistir en las condiciones actuales, y mucho menos emplear a toda la gente que tengo en ERTE", advierte Fernández.
Hace 3 meses: Durante el confinamiento, Fernández mantuvo el servicio a domicilio, y al abrir fue ganando clientes: "La cosa comenzó despacio, sin mucho tirón. Luego cogió ritmo".
Las campaña del Concello de Ourense para regalar libros a los niños ayudó a las librerías en su reapertura: "Estos meses siempre son complicados, pero esta iniciativa ayudó a que los clientes entrase dentro de las tiendas", explica José Manuel García Mosquera, de Kathedra, quien se muestra "cotento". Ahora toca esperar a mediados de este mes, con la campaña de la vuelta al cole para ver cómo transcurre: "Es un mes que todos los años depende de los libros de texto".
Hace 3 meses: Kathedra siguió trabajando a través de pedidos que se entregaban desde la puerta o a domicilio: "Foi un pouco difícil, o que gusta como cliente é bucear entre os libros".
La clínica Casiano ha dejado atrás los malos momentos: "Ya estamos todos trabajando, y hemos recuperado los niveles de antes", celebra. Cuentan también con la solidaridad de su clientela: "Son fantásticos, llegan con puntualidad para evitar aglomeraciones en la sala de espera". Ahora Casiano piensa en los que lo están pasando peor: "Hay sectores que me preocupan, como el textil, que es muy importante para Ourense. No podemos dejar que caiga".
Hace 3 meses: La clínica no cesó su actividad, quedando al frente un Casiano que llamaba al esfuerzo colectivo: "Non se pode falar de amor polo país e non facer nada pola recuperación".
Floreano Vázquez Taín dirige una clínica del mismo nombre en la rúa Santo Domingo. No corren peligro por la situación actual:"Desde principios de junio atendemos a todo tipo de pacientes y la actividad es muy similar a lo normal". Vázquez Taín no ve inviable la situación a largo plazo para su sector : "Desde siempre los dentistas hemos ido más protegidos que otros doctores, muchos de ellos ni siquiera llevaban guantes para tratar a sus pacientes antes del covid. Nosotros ya teníamos mascarillas". Además, el respeto de sus pacientes por las normas facilita las cosas.
Hace 3 meses: Fue una de las primeras clínicas dentales en abrir tras la cuarentena. Taín necesitaba la puntualidad de sus pacientes: "Establecíamos los horarios para que no coincidieran más de tres personas en la sala de espera".
"Non me podo queixar", ese es el mantra de Lorena Nespereira en su tienda de ropa infantil El Armario de Lupita, ubicada en la rúa Cardenal Quiroga. La ropa de niños se siguió vendiendo en medio de unas rebajas "floxas", a la que se le sumó la falta de venta para eventos como comuniones: "Quédanme cousas para o ano que ven, pero tiven unha boa resposta polos clientes que tiraron polo comercio local", cuenta. El futuro se presenta incierto, con temores para la campaña de otoño: "Espero que non nos pechen as tendas, pero tampouco á xente", apunta.
Hace 3 meses: Los niños necesitaban ropa nueva tras el confinamiento, por lo que la demanda fue elevada. Pese a ello, la falta de celebraciones jugó en su contra. El temor sigue siendo la campaña de otoño a partir de septiembre.
Rebeca Mourelo y María Cebreiros regentan Thrama, la tienda de ropa de rúa Santo Domingo. "Las primeras semanas fueron muy buenas, ahora la gente tiene miedo por los rebrotes", lamentan: "Vivimos de nuestros clientes fijos, que tienen total confianza, el resto ha bajado mucho". Otros veranos recibían clientela de Madrid o México que este año no se ha dejado ver. Además, advierten para otros negocios: "Íbamos a traer lámparas de infrarrojos, pero hablamos con Sanidad y a la larga era perjudicial para la ropa y nuestra salud".
Hace 3 meses: Hicieron los preparativos para una reapertura lo más segura posible, con mucha incertidumbre por lo atípico de la situación: "Hay que prepararlo todo y el problema es que falta información".
La gente llegaba "a cuenta gotas" a la papelería Carlin de Santo Domingo en mayo y junio. Esta tendencia fue cambiando el mes pasado: "Empezamos flojos y fuimos creciendo con ventas de material escolar. Ya nos esperábamos que sería difícil recuperar el ritmo", cuenta Iria Domínguez, trabajadora de esta tienda. Ahora se preparan para la época "fuerte" del año con la vuelta al cole: "Ya notamos más movimiento y esperamos que la nueva normalidad no nos desacostumbre para tener una campaña igual o mejor que la anterior", desea Domínguez.
Hace 3 meses: El material infantil se convirtió en la venta estrella de la papelería Carlin de Santo Domingo. "También han venido muchas personas a fotocopiar apuntes, sobre todo opositores", recordaba Domínguez.
Sonia Abraldes, al frente de la zapatería Abraldes Shoes, tiene toda la confianza en sus clientes habituales: "Están viniendo. Es mucho más importante el compromiso de la gente que las ayudas que prometen los políticos y luego nunca llegan. Al tener clientes de mayor edad que otras tiendas, no le afecta tanto el repunte de las compras por Internet. Eso sí, Abraldes advierte: "Seguir así por mucho tiempo no es viable, y un confinamiento más significaría mi cierre, porque no ha pasado tiempo suficiente como para superar el anterior".
Hace 3 meses: Los primeros días tras el confinamiento fueron tranquilos, ya que los clientes de Abraldes querían ser precavidos: "Le damos a cada cliente una calza para que se pueda probar el zapato con máximo higiene".
El primer mes y medio de reapertura, Remedios Dalmeida, de Confecciones Reme en Ervedelo, los valora con buenos resultados. En cambio, julio la tendencia varió: "Houbo un baixón nas ventas porque falta xente, non sei se marcharon para os pobos ou é por culpa destes rebrotes", comenta. El optimismo se adueña de Dalmeida, que no quiere plantearse un posible cierre de nuevo: "Se volvemos a eso, pode que a miña vela despois de 30 anos se apague", afirma. Por eso no piensa en ello y busca atraer a los clientes con promociones.
Hace 3 meses: La emoción marcó el primer día de reaprtura en Confecciones Reme, con las clientas de siempre que no le fallaron con sus compras. Los temores siguen presentes, pero la positividad manda en el negocio.
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