Las constructoras cifran la rentabilidad social de la A-76 en 1.357 millones

La Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan), la patronal española del sector, contempla las autovías a Lugo (A-56) y Ponferrada (A-76) dentro de su cartera de proyectos prioritarios. Ambas vías rápidas están incluidas dentro del listado de carreteras interurbanas que serían socialmente rentables, tal y como recoge el informe “Balance y Estrategia 2023-2024” elaborado y publicado por la asociación.

El documento recoge, de cara a la reactivación del modelo de concesión en la contratación pública, un listado de autovías entre núcleos urbanos que tienen un ratio entre beneficio social y coste económico superior o igual a uno. Es decir, en las que las ganancias para la sociedad son mayores que la inversión prevista.

Dentro de este apartado figura la A-76, con un ratio de 1,1, es decir, positivo: por cada diez euros invertidos por el Estado, regresarían once a los ciudadanos. Los beneficios sociales que acarrearía la autovía entre Ourense y Ponferrada a través de Valdeorras ascienden a 1.357 millones de euros a 30 años vista.

La mayor parte de esta cifra se corresponde con el ahorro de tiempo (1.115 millones de euros), pero 187 millones de euros procederían del ahorro ambiental. En este sentido, cabe destacar que la A-76 permitiría al tráfico pesado esquivar los puertos del Padornelo y O Cebreiro para entrar en Galicia.

La A-76 requeriría una inversión de 1.249 millones de euros en total, según Seopan. En todo caso, los recortes previstos por el Gobierno podrían reducir este desembolso, con la posible supresión de los tramos entre Monforte y Ourense -atraviesan la Ribeira Sacra- y con reciclajes de la N-120 en algunos segmentos no previstos en el proyecto inicial.

En el caso de la A-56, Seopan recoge cuatro tramos. El sector Ourense-Cambeo sería el que más beneficios sociales traería consigo, con 126 millones de euros. Le siguen los tramos Enlace de Chantada Norte-Taboada, con 69 millones de euros; Taboada-Narón, con 60 millones, y Narón-Guntín, con 54 millones.

En total, estos cuatro tramos sumarían una ganancia social total de 309 millones de euros. El único de estos segmentos que no es inmediatamente rentable es el último, con un ratio de 0,7. No obstante, el resto superarían el 2 e incluso se acercarían al 3. Los beneficios para la sociedad duplicarían y casi triplicarían la inversión inicial. Salvo el tramo Ourense-Cambeo (tiene el proyecto terminado), todos carecen de avances en su tramitación. Ni siquiera se están redactando sus proyectos.

Nuevo acceso a Vigo

Otro proyecto que beneficiaría a Ourense entra dentro del listado de estas autovías interurbanas que serían rentables a ojos de la patronal de las constructoras. Se trata del nuevo acceso a Vigo por la A-52, desde O Porriño, donde finaliza ahora, hasta la ciudad olívica. Seopan estima un beneficio social de 798 millones de euros a 30 años, con un ratio de 1,5 entre el coste y las ganancias para la sociedad en general.

La construcción de este nueva entrada se materializaría mediante la excavación de un túnel. Al mismo tiempo, permitiría relegar a un segundo plano el acceso por la A-55. En la actualidad, este último tramo en el viaje de Ourense a Vigo supone atravesar un tramo lento y peligroso en el que se suceden los accidentes.

En todo caso, la parálisis administrativa mantiene congelados estos tres proyectos. No parece que este acceso, ni la A-56, ni la A-76 vayan a reactivarse en el corto plazo. Las constructoras avalan su rentabilidad social.