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El bombardeo de los casos “que se disparan”, los “macrobrotes” y las fiestas descontroladas mantienen a la población sometida a una información llena de mensajes contradictorios que impiden conocer en profundidad en muchas ocasiones la realidad que se vive . La incidencia acumulada (tasa de contagios de coronavirus por 100.000 habitantes) es desde octubre el indicador principal para la toma de decisiones de las autoridades sanitarias españolas. En España, tras conseguir rebajarla hace unas semanas por debajo de 90, se ha vuelto a torcer y ya supera los 160, casi el doble, sin que eso deje más muertos ni hospitalizados, pero sí una preocupación por el alcance en personas vulnerables todavía sin inmunizar. En Galicia, el protocolo de la Xunta marca en 150 de IA el límite para que un concello pudiera pasar de nivel medio-bajo (ocio nocturno abierto) a nivel medio, ya cerrado. Ourense ciudad roza ya ese límite, pero la presión hospitalaria sigue baja y, afortunadamente, la cifra de fallecidos no se mueve.
Son cada vez son más las voces que destacan que, a medida que la población está vacunada los casos no se traducen igual en hospitalizaciones y fallecidos, por lo que ya no debe ser la incidencia el único termómetro para tomar decisiones. Miembros de la Sociedad Española de Epidemiología advertían estos días de que ese indicador “pierde valor” a medida que la población vacunada crece. El consejero de Salud de Andalucía, Jesús Aguirre, pedía esta semana “cambiar el chip” y “no hacerle mucho caso ya a la incidencia y empezar a hablar de presión asistencial”. En Baleares, cuna del macrobrote estudiantil, la presidenta, Francina Armengol, asegura que están en “buenas condiciones” y que la incidencia ya no es un criterio único, sino que la tasa de vacunación y la situación hospitalaria ganan peso. Mientras, desde Sanidade de la Xunta, la directora xeral de Saúde Pública, Carmen Durán Parrondo, dijo ayer que evaluarán hasta 14 variables para tomar decisiones, no solo la incidencia, por lo que el aumento de casos no parece ser el referente único.
Y es que el repunte de contagios existe, influido en parte por la variante Delta (originada en la India y aparentemente más transmisible), pero el “desacople” (separación de la curva de casos y el de hospitalizaciones, que sigue plana) configura una nueva realidad de la pandemia.
En Ourense, no ha fallecido ningún contagiado con covid desde el 17 de mayo y no ingresa ningún mayor de 80 en el hospital desde el 13 de ese mismo mes. Además, las residencias siguen ajenas al virus y la UCI acumula cinco jornadas sin ningún paciente covid. El panorama ha cambiado, motivado por que el 100% de la población mayor de 70 ya está inmunizada y los mayores de 40 tiene ya al menos una dosis inoculada. El ingeniero bioinformático Daniel González Peña, que analiza los datos de Galicia y el área de Ourense desde el inicio de la pandemia, cree que “llevamos poco tiempo de repunte” y el perfil de infectados no hace pensar que “se refleje en hospitalizados en el corto plazo”. Si subiera mucho la incidencia y afectase a grupos de mayor edad se podría traducir en ingresos, “pero en menor proporción a antes de la vacunación”.
El caso de Reino Unido está presente. Allí la variante Delta lleva semanas como predominante. Los casos se han “disparado” pero las curvas de hospitalizados y fallecidos no se mueven. “Allí se ve que la ola, que va más adelantada, no está afectando tanto como las anteriores a nivel de hospitalización”, resalta Peña. El nuevo ministro de Sanidad británico, Sajid Javid, es optimista y dice que se mantiene la retirada total de restricciones el 19 de julio, pese a los 30.000 casos diarios. Y es que las muertes no han repuntado, tampoco los hospitalizados: “No veo ninguna razón para mantener las medidas más tiempo. Tenemos récord de contagios en seis meses, pero el número de muertes sigue afortunadamente bajo”.
El catedrático emérito de Medicina Preventiva de la USC, Juan Gestal, no cree que deban cambiar los criterios, teniendo en cuenta tanto la incidencia como la presión hospitalaria, ahora mismo baja en Ourense (6 ingresados en planta covid), pero no ve las restricciones a actividades hosteleras la vía eficaz: “Lo que sí me parece urgente e importante es vacunar a los jóvenes de 12 a 30 años, única medida eficaz en este colectivo etario para evitar cuanto antes nuevas restricciones en la hostelería, especialmente en el ocio nocturno, ya muy castigado durante la pandemia, así como la producción de una nueva ola y para proteger de posibles contagios a los vulnerables que todavía hay”.
Estos son algunos de los indicadores que presenta la pandemia en la provincia y que configuran una diferente realidad a la hora de observar los datos.
Vacunación
Presión hospitalaria
Incidencia por edades Galicia
Fallecimientos
Tasa de hospitalizados
La Xunta está preocupada por el aumento de casos pero también puntualiza, igual que expertos y autoridades de otras comunidades, que estamos ante un escenario “diferente”, por lo que las medidas tomadas hasta ahora, centradas en restringir hostelería y grandes reuniones, deberán ser diferentes. Este nuevo panorama obligará a “revisar las medidas” este próximo martes, según explicó ayer el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña. Dijo que el foco está en la comarca de Pontevedra, Vilagarcía y la ciudad de Ourense, pero reconoció que los criterios para restringir deben “adaptarse a la nueva realidad”, que no es otra que la transmisión entre jóvenes con, afortunadamente, escasa repercusión en los hospitales.
El conselleiro deslizó que puede cambiar la forma de afrontar esta nueva sistuación, sin tener por qué apostar por el cierre de actividades. “La situación epidemiológica empeora, pero es diferente”. La presión hospitalaria es “buena” y ahora hay que “adaptar las restricciones a esa realidad. Las medidas que siempre se han tomado han sido siempre para preservar la capacidad asistencial de nuestros hospitales” que, de momento, no aparece comprometida, a tenor de los diferentes indicadores de Sanidade.
De hecho, la incidencia acumulada, hasta ahora casi “criterio único” en toda España, es muy significativo al ser detallado por edades en Galicia. 219,9 de 12 a 19 años; 188,3 de 20 a 29; 106 de 30 a 39; 73,1 de 40 a 49; y por debajo de 30 a partir de los 60 años, justo la población que acuulaba más del 80% de los hospitalizados y más del 90% de los fallecimientos a causa del covid.
Comesaña pidió disculpas a la juventud “por no poder vacunarlos” al no disponer de dosis suficientes. Por ello, el conselleiro les pidió “un esfuerzo más” por cumplir las medidas ya establecidas para contener el coronavirus, como mantener la distancia, usar mascarilla, lavarse frecuentemente las manos y evitar las aglomeraciones. Y recordó que el botellón está “prohibido”.
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