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Las etapas del Camino en Ourense, mejor con frío

PEREGRINOS

Cada vez son más los caminantes como Fernando que empiezan su peregrinación hacia Santiago de Compostela en los meses de invierno para evitar el malestar generado por la masificación que caracteriza la época de verano en los últimos años.

Fernando Díaz, en las puertas del albergue municipal Eligio Rivas Quintas, a su llegada a Ourense.
Fernando Díaz, en las puertas del albergue municipal Eligio Rivas Quintas, a su llegada a Ourense.

Fernando Díaz es uno de peregrinos que acudió al albergue de Ourense Eligio Rivas Quintas para dar inicio a su camino hacia Santiago el día 4 de enero. Un hombre que se dedicó toda su vida al campo y que -ya jubilado- acude a la ciudad para hacer lo que ya es casi una tradición para él.

Con 77 años, inicia este nuevo año junto a su amigo Luis López, que duerme una siesta antes de embarcarse en una aventura que, según el parte meteorológico, estará pasada por agua. Pero no impide la lluvia que Fernando sienta la emoción que le lleva a realizar el camino que hizo por vez primera hace 15 años, y que le trae ahora nuevamente a Ourense: “Con mi familia, con amigos… Ya tengo más de 10 credenciales de Santiago de Compostela”.

Un recorrido en el que elige -por encima de todo- el cariño de la gente de Galicia, a la que considera “más amable que cualquiera que haya visto”. De hecho, fue también el Camino a su paso por Ourense el que le trajo grandes anécdotas y compañía. Conoció aquí a una de sus grandes amigas, con la que visitó Córdoba y a quien recuerda ahora con la emoción contenida de quien revive años pasados.

Amabilidad que no demuestra todo aquel que emprende este recorrido, que Fernando elige realizar en enero por una cuestión práctica: “Hay menos gente ahora y me gusta estar más tranquilo. Lo hemos hecho también en verano, pero hace muchos años, cuando había menos gente y lo pasábamos fenómeno”.

La masificación de la gente lleva a que sean tantas las personas que quieren acceder a los albergues en verano que en ocasiones sus trabajadores se ven obligados a priorizar en función de las normas de los peregrinos, ante un contexto de malestar general. Colas a la puerta del albergue, mochilas apelotonadas o crispaciones entre quienes llegan cansados tras los muchos kilómetros y los que quieren aprovecharse de unos precios adaptados para quien sí es peregrino.

Para Fernando, “ahora el problema es que por uno que haga el gamberro ya lo pagan todos. Hay mucha gente y cada uno hace lo que quiere. Y el Camino es para disfrutar, no para molestar”.

Una máxima a la que se suman todos aquellos que guardan ese respeto que caracterizó en su momento un recorrido marcado por la espiritualidad, y que -independientemente de los motivos que te lleven a sumarte a su paso- rige también el sentido de todos los agentes que influyen en el Camino y que dan vida a historias como la de Fernando y los otros miles de peregrinos que vinculan sus recuerdos cada año a Ourense.

La popularidad del Camiño de Invierno: la ruta que más crece en Ourense

El número de peregrinos que eligió el Camiño de Inverno aumentó un 42% en el último año. Según la Oficina del Peregrino, fueron 2.870 los que eligieron este trazado. De ellos, 1968 fueron españoles en tanto que 792 procedían de otros países. Sin embargo, los datos que maneja la Asociación Amigos do Camiño de Inverno superan incluso a los registrados. Según su presidenta, Asunción Arias Arias, se contabilizaron 5.375, un 70% más que en 2023. Una diferencia que atribuye a que en Santiago anotan al Camino Francés a todos los peregrinos que dicen haber salido desde Ponferrada. Asunción Arias atribuye a un paisaje marcado por los valles del Sil y del Cabe y las montañas buena parte del atractivo del Camiño de Inverno. Además, el de Inverno “é o único camiño que percorre as catro provincias”

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