Jácome fantasea con espías para apearlo de la alcaldía de Ourense

CRÓNICA

Gonzalo Pérez Jácome culpó a medios, empresas y partidos de una trama de espionaje para eliminarlo del Concello de Ourense

El alcalde coloca en el micro un audio para tratar de explicar técnicas de “corte y manipulación”.
El alcalde coloca en el micro un audio para tratar de explicar técnicas de “corte y manipulación”.

El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, fantaseó durante más de una hora de speech -dio las gracias a la periodista del Faro de Vigo que le felicitó por colarle “un mitin electoral en una rueda de prensa”- con una supuesta operación de espionaje contra él, con micrófonos colocados en su despacho “durante meses o años” y en la que participarían medios de comunicación, empresas y partidos políticos para “saquear” dinero del Concello de Ourense y eliminarlo a él porque “es el enemigo”. Eso sí, lo hizo sin ningún tipo de prueba, como él mismo confesó en varias ocasiones: “Son sospechas”.

Puso el ejemplo del “escándalo Watergate” de Estados Unidos, aunque “no en la misma magnitud”, para reseñar lo que le está ocurriendo, algo, dice, “realmente impresionante”, “único en la democracia española” que, además, lejos de afectarle, va a hacerle “arrasar en las elecciones” porque “gracias a Dios la gente está con nosotros”. No se pronunció sobre el contenido de los audios en los que admite gestionar dinero negro y se jacta de saber blanquearlo, una falta de respuestas que ha llevado a medios nacionales a aludir al “surrealismo” que vive la ciudad.

"Pactaría con el diablo"

El relato del alcalde estuvo lleno de contradicciones: dijo en dos momentos que no había escuchado “muchos” de los audios, aunque sí sostuvo durante 1 hora y 13 minutos que están manipulados, también aseguró que son de “distintas épocas”, tasó las grabaciones en “60.000 o 120.000 minutos” y el coste del espionaje entre “200.000 y 300.000 euros”. Su narración se orquestó a base de anécdotas personales y chistes de Eugenio en el guión, con tablet, móvil y pizarra. La performance, sin embargo, no aportó ninguna prueba y, más bien, estuvo vacía de respuestas a la ciudadanía. Todo este atrezo le sirvió para eludir dar explicaciones sobre los audios publicados por La Región para señalar que hay una “mafia” contra él. Lejos de entrar en el contenido de estas grabaciones -en las que su inconfundible y atropellada voz realiza afirmaciones como “nos van a pillar con limosnas, si metes el palo mételo a lo grande”-, el regidor realizó una interpretación teatral con público afín incluido (había varios asesores) en el gallinero del salón de plenos, dispuesto a aplaudir con los agradecimientos finales de Jácome. El desenlace de la obra del alcalde, según él, es que La Región y la empresa Copasa están detrás de una supuesta maniobra de espionaje. En el escueto turno de preguntas con los medios -vetó e interrumpió preguntas-, añadió al PP “posiblemente” y al PSOE “en menor medida” como parte de los agentes implicados en el supuesto montaje contra él, aunque admitió que “no tengo pruebas”. De hecho, aunque señaló al PP, cuando la periodista de El País le preguntó si pactaría de nuevo con Manuel Baltar, presidente de la Diputación, Jácome se citó a sí mismo recordando una frase pronunciada en el pasado: “Señora, el diablo es malísimo, pero yo pactaría con el diablo para conseguir el cielo para Ourense”.

Las joyas de la corona

En el argumentario de Jácome sobre una red de espionaje, estarían los intereses de los agentes citados (medios, partidos y empresas) en lo que él llama “las joyas de la corona”: los contratos de agua, basura y autobuses. El regidor aludió a una supuesta conversación con el propietario de Copasa. “Me dijo: ‘Vamos a ir muy fuerte y queremos basura, agua y autobuses’. Me miró a los ojos y me dijo: ‘Estamos dispuestos a hacer lo que haga falta’. Le dije: ‘Lo tenéis muy fácil, si sois la mejor oferta la vais a llevar’. Y ahí quedó la conversación. (…). Yo creo que al ver que no tenían forma de entrarme (…)”. A continuación, deslizó una supuesta proposición de la empresa: “Mientras otras personas sí ofrecieron directamente dinero y sobornos claramente, sí tengo que decir que lo máximo de Copasa es que un emisario me dijo que si estás bien con nosotros tendrás apoyo, mediático, si te hace falta dinero para fuegos artificiales… Era su forma de decirlo para que al tipo no le pisaran los pies”.

"Hai peixe ou non hai peixe?"

“En los audios ponen lo que parece que va a ser y que no es”, llegó a asegurar a la vez que enseñó cómo un amigo le hizo una “edición chusquera” de cinco minutos con una aplicación móvil para compararla con los audios en los que su voz, nítida, reconoce saber blanquear dinero. Más avanzado su speech, deslizó la posibilidad de que la inteligencia artificial estuviese en medio de todo este asunto, aunque quiso desdecirse señalando que “no hace falta llegar a la clonación de voz”. Tampoco quiso responder al periodista de eldiario.es que intentó solicitarle que pusiera en contexto las frases que el alcalde dice que están “cortadas, editadas”. Le interrumpió e insistió en que no iba a hablar de aquello que está “manipulado”. Sin embargo, al principio de su speech había admitido sobre los audios que “es verdad que lo que importa es: Hai peixe ou non hai peixe? Yo entiendo el fondo, vale, se hizo ilegalmente, pero la pregunta es: ¿Hay movida o no hay movida?”. Sin embargo, en ningún momento respondió a lo que él mismo admitió que es realmente de interés: el contenido de los audios.

Durante la contradictoria interpretación en el salón de plenos, también señaló sobre los audios que “algunos son adulterados y otros no. No he escuchado la mayoría de ellos”. Tildó de “táctica del demonio” el hecho de “mezclar mentiras con verdades” en lo que él entiende que son audios manipulados. Aunque, a pesar de la oportunidad que le ofrecieron los periodistas de aclarar el contexto en el que el regidor habla en términos como “dinero negro” o financiación “en A o en B, no quiso aclarar su verdad. Sí prometió: “Vamos a salvar a Ourense de la mafia”. Y dijo que las elecciones del 28M ya no existían y se habían convertido en un plebiscito: “O Democracia Ourensana, o la mafia”.

Contenido patrocinado

stats