Manuel Reigosa: "El relevo generacional será clave para estar entre las 500 mejores universidades"

Entrevista

Reigosa inicia su segundo y último mandato como rector de la Universidad de Vigo

S. Fernández

Publicado: 01 sep 2022 - 03:30 Actualizado: 01 sep 2022 - 07:16

Manuel Reigosa, en el exterior del edificio Exeria (VICENTE ALONSO).
Manuel Reigosa, en el exterior del edificio Exeria (VICENTE ALONSO).

La Universidad de Vigo inicia el 5 de septiembre el curso 2022/2023. Al frente, volverá a estar Manuel Reigosa, que inicia su segundo y último mandato como rector de la institución –los estatutos de la UVigo limitan a ocho los años que un catedrático puede ejercer el cargo– con muchos retos por delante. El primero, y más urgente de todos, el relevo generacional. Se estima que la mitad de los profesores de la universidad se habrán jubilado de aquí a 10 años, por lo que la captación y retención de talento se convierten en absolutas prioridades para la institución viguesa. Además, este es el primer año en el que la UVigo cuenta con competencia directa en la ciudad tras la aparición de la universidad privada impulsada por Abanca.

El ranking Shanghai volvió a situar a la UVigo entre las 600 mejores del mundo. ¿Qué valoración hace de estos resultados?

En este ranking, en el que quieren estar todas las universidades del mundo, sólo pueden estar las mejores. Aunque aspiramos a entrar en el grupo de las 500, estamos muy contentos de que el trabajo de la comunidad universitaria nos permita estar ahí. Hay que tener en cuenta que somos una universidad joven y relativamente pequeña, muchas de las cosas que influyen en el ránking están condicionadas por el tamaño de nuestra institución, por lo que podemos estar legítimamente contentos de estar ahí, sin renunciar a querer situarnos entre las 500 mejores.

En el indicador de autores altamente citados, se baja con respecto a 2021. ¿Preocupa esto?

Tenemos un estudio de cómo evolucionan los distintos parámetros y siempre hay fluctuaciones, pues el éxito que alcanzan nuestros investigadores en términos de publicaciones y citas no es el mismo cada año. Pero estamos cogiendo cada vez más impulso y creo que llevamos un camino bastante positivo. Espero que en tres años lleguemos a las 500 mejores.

¿Cuáles cree que serán las claves para lograr este hito?

Si somos exitosos captando nuevos investigadores dentro del reto del recambio generacional, podremos mejorar nuestra situación. En este caso creo que estamos teniendo más éxito, por ejemplo, en la captación de investigadores con becas Ramón y Cajal. Este año vamos a tener el máximo dato histórico de esta figura investigadora que supone captación de personal joven pero ya muy formado y con calidad en su investigación. Lo más importante será ese relevo de personal, conseguir que los que se incorporan a las plazas que se vacían con las jubilaciones sean del mismo o incluso de mayor nivel. No es fácil.

Afronta un segundo mandato con muchos retos por delante. ¿Qué es lo que más preocupa en la UVigo a corto plazo?

Queremos hacer una universidad más gallega, más igualitaria y más internacional. En este último aspecto todas las universidades españolas tenemos una nota negativa por dificultades de todo tipo. Así, plantearemos una serie de medidas que nos permitan mejorarla porque una mayor internacionalización supondrá más éxito en la captación de alumnado y nos abriría las fronteras para la captación de talento. Tenemos otras medidas que esperemos que den resultado a corto plazo, como el laboratorio de comunicaciones cuánticas que traerá incorporaciones brillantes, de altísimo nivel y será un polo de atracción a nivel mundial; o nuestros centros de investigación como Ecobas y Cintecx, que esperamos que obtengan el reconocimiento como centro de referencia en breve. Recientemente, también nos incorporamos a la universidad europea Athena. Estamos nueve universidades del continente y esperamos que también nos ayuden en estde aspecto. Las propias actividades de la universidad nos vendrán bien para intercambiar alumnos y profesorado. Lo aprovecharemos como una bandera de captación de alumnado extranjero. Por último, trabajamos en un plan piloto que permitirá que nuestro alumnado salga con un mejor nivel de inglés.

Tendrá este año un competidor directo en Vigo, la UIE de Abanca, que es la primera universidad privada de Galicia. ¿Cómo afronta esta situación?

Está dentro de nuestro ordenamiento jurídico. Cuando ejercimos nuestro derecho a voto, las tres universidades gallegas dijimos que no porque no nos pareció que mejorara el sistema universitario, son las universidades públicas las que actúan como igualador de oportunidades. Pero la UIE es una institución a la que respetamos y con la que probablemente abramos canales de colaboración en el futuro.

Comienza el curso con seis nuevas titulaciones en la UVigo. Con el mapa de titulaciones sobre la mesa, ¿la idea es incorporar títulos año a año?

No estamos yendo a la velocidad que esperábamos. Ahora estamos negociando una ordenación general del sistema público, viendo qué titulos no son capaces de captar alumnado y cuáles hacen falta para evitar que los estudiantes se vayan a otras universidades, pero aún estamos en las etapas iniciales. En dos o tres años, la idea será tener una oferta en el sistema pública de unos 10 o 12 títulos adicionales que intentarán cubrir esos huecos. Valdrá la pena, seguros de lo qué hacemos y podremos acertar con las nuevas titulaciones.

¿Cuántos de esos 10 o 12 títulos espera poder traer a Vigo?

No puedo hacer ninguna previsión. Hay más de 30 títulos que se imparten en España y no en Galicia, pero algunos seguramente tengan relación con los que ya tenemos aquí. En cuanto estén acotados los 10 o 12 grados, veremos en qué campus se impartirá cada uno, para lo que ya hay líneas de actuación escritas, aunque ahora mismo es difícil predecir cuántos irán a cada campus. Nosotros aspiramos a completar nuestra oferta porque lo cierto es que ahora mismo el campus de Vigo es el que tiene una oferta más pequeña en relación a la población total. Así, esperamos que se iguale la situación tanto en el número de títulos como en el de plazas. Pero al final se trata de acertar, de traer titulaciones atractivas que permitan que el alumnado se quede a estudiar en Vigo y los de fuera quieran venir aquí.

“El resultado que conseguimos en las elecciones es extraordinario”

En las elecciones, casi un 30% de los votos fueron negativos. ¿Cómo se toma este hecho?

Yo soy de los que está convencido de que cuando hay una única candidatura está bien que la gente pueda votar en negativo. Comparado con el histórico de anteriores elecciones, el resultado que logramos es extraordinario. Lo veo como un homenaje a Manolo Ramos y un aval democrático de las propuestas que presentamos. Me gusta este sistema porque nos confiere esa legitimidad democrática que es deseable y buena.

Esta semana se dieron a conocer los datos de internacionalización. Vigo logró mantener las cifras de alumnos extranjeros pese al covid. ¿Se parte de una buena posición para compensar la futura crisis demográfica?

Estamos bastante lejos de lo que queremos. Es cierto que cuando comparamos a nivel español, la situación no es especialmente mala, pero cualquier universidad europea tiene que aspirar a mucho más. De hecho, el trabajo de las European Universities surge como preocupación porque aquí no somos tan atractivos como universidades de otras latitudes. Para nosotros es importantísimo, pensando en términos del propio futuro del sistema público gallego, que seamos capaces de atraer estudiantado extranjero. Nosotros miramos al mundo iberoamericano porque tenemos una facilidad de captación por cuestiones idiomáticas, culturales o históricas, pero sin cerrarnos la puerta al alumnado de otras latitudes. Aguantamos durante estos tiempos complejos y estamos trabajando para que la Xunta nos permita algún plan piloto adicional para traer alumnado joven a nuestros títulos.

Lo intentaremos con algún título en concreto e intentaremos extenderlo al resto si funciona.

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