Las nuevas infraestructuras viarias de Ourense, aún en el congelador

CARRETERAS

Las autovías A-56 y A-76 de Ourense siguen en el limbo como ejemplos más flagrantes de la falta de impulso

Publicado: 14 mar 2024 - 05:49 Actualizado: 14 mar 2024 - 07:22

El tramo entre San Martiño y A Barrela es el único construido de la A-56.
El tramo entre San Martiño y A Barrela es el único construido de la A-56.

La falta de avances en los nuevos proyectos de infraestructuras se suma a las carencias de mantenimiento en las carreteras de la provincia. El caso más flagrante es el de las obras del primer tramo de la circunvalación norte, Eirasvedras-Quintela, que es además el primer segmento de la autovía A-56 entre Ourense y Lugo. En septiembre de 2022, la entonces secretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Isabel Pardo de Vera, colocaba la primera piedra. A día de hoy sigue sin haber avances visibles: ni máquinas, ni movimientos de tierra. Son solo 1,7 kilómetros y deberían estar finalizados en 2025.

El segundo tramo de la ronda norte (Quintela-enlace de A Casilla) tiene ya su proyecto aprobado provisionalmente, pero aún no ha salido del papel. Solo el tramo San Martiño-A Barrela se ha plasmado en la realidad. Entre la ciudad y este sector, sin utilidad práctica debido a su aislamiento, espera su licitación el tramo entre los enlaces de A Casilla y Cambeo, mientras que el contrato para redactar el tramo entre el enlace de Cambeo y San Martiño fue rescindido hace casi un año. El resto de tramos transcurren por la provincia de Lugo y todavía permanecen en el congelador, sin proyecto.

Mientras tanto, la A-76 entre Ourense y Ponferrada sigue en un limbo administrativo. Esto, casi dos décadas después de que el Boletín Oficial del Estado la anunciase sobre el papel en 2005. En una reciente respuesta parlamentaria, el Gobierno eludió concretar el gasto real de las partidas presupuestadas para los únicos tres tramos que están recibiendo un impulso relativo, los comprendidos entre O Barco y la A-6 en el Bierzo. El primero de ellos, íntegramente en esta comarca vecina, se debería haber licitado en 2023, a la luz de las promesas realizadas por el Ministerio de Transportes antes de las elecciones municipales.

La Xunta también tiene deberes ourensanos en materia de movilidad automovilística. Por ejemplo, las remodelaciones de la OU-540 y la OU-533, que este año reciben 1,5 millones de euros en los presupuestos autonómicos. La prolongación de la AG-31 hasta la linde con Portugal sigue en tierra de nadie en medio del debate sobre las competencias sobre su ejecución, ya que el tramo fronterizo corresponde al Ejecutivo central. Por último, queda la incógnita sobre la compleción de la ronda este de la ciudad entre Benposta y la rotonda del acceso sur a la A-52 licitación estaba prevista para el año pasado. Sin embargo, este plazo ya se ha consumido.

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