El órgano de la catedral de Ourense, un siglo sobre el Pórtico do Paraíso

100 AÑOS

El órgano de la catedral de Ourense, estrenado en 1924, alcanza su centenario en buen estado de salud. En su día fue un instrumento pionero en Galicia, por ser representante de una nueva forma de interpretar la música litúrgica a principios del siglo XX.

El sacerdote Iván Manuel Casas posa junto al órgano centenario. (Foto: José Paz)
El sacerdote Iván Manuel Casas posa junto al órgano centenario. (Foto: José Paz)

Algunos aún lo llaman el “nuevo órgano”, a pesar de que el pasado 29 de junio se cumplieron cien años de su instalación en la catedral de Ourense. Se le define como un órgano “romántico”, cuya estructura y forma anticipaba un cambio en la interpretación de la música religiosa. El sacerdote y cronista Iván Manuel Casas, que ha investigado la historia del instrumento, cuenta que “su llegada fue un proceso de hasta cuatro años. Su instalación fue casi una urgencia por el mal estado de los órganos barrocos que había entonces en el coro de la catedral, que estaba en el centro de la nave”.

El cronista también relata que su ubicación fue motivo de debate cuando en 1937 se decidió desmontar el coro de la catedral de Ourense, y trasladar una parte de la sillería a la capilla del Santo Cristo y otra tras el altar mayor del templo. “Todavía estuvo en el coro de la nave central. De hecho la zona del trascoro es ahora la balaustrada que tiene actualmente”, cuenta Iván Manuel Casas. Primero se situó en un lateral antes de subirlo a su emplazamiento actual, sobre el Pórtico do Paraíso, donde ha pasado los últimos 70 años. A este respecto, un artículo escrito por Jesús Manuel García, director de la Universidad a Distancia (Uned) en Ourense, explica que desde entonces “de caja le sirve la propia arquitectura pétrea de la catedral. Es un órgano que permite un abanico amplio de registros. Los tubos labiales tienen dientes finos y la lengüetería, canales al estilo francés, denominado Bertouneche y también alemán o de lágrima”.

Las restauración realizada por los hermanos Azpiazu. (Foto: José Manuel García)
Las restauración realizada por los hermanos Azpiazu. (Foto: José Manuel García)

Un diseño atrevido

La propia estructura del órgano fue rompedora en su día, según cuenta Casas. “No solo fue un bum estético. Es un nuevo concepto de órgano, y de lo que es su diseño, no solo exterior, sino de estructura, lo que se llama tripería”, comenta el religioso. “Tiene unas tímbricas muy particulares. Se hizo, sobre todo, para poder interpretar música como si fuera una orquesta completa”, continúa Iván Manuel Casas. “Es un órgano novedoso, atrevido… e incluso podría definirse como vanguardista”, explica el religioso. A esto hay que añadir que en su instalación colaboraron representantes de la modernidad musical del siglo XX, como cuenta Jesús Manuel García: “Su construcción fue supervisada por el catedrático del Real Conservatorio de Madrid, Bernardo Gaviota”.

Desde su llegada a Ourense, el órgano ha estado siempre en las mismas manos. Primero en la casa Elezegaray, y después en las de sus herederos, los hermanos Azpiazu, quienes realizaron los grandes mantenimientos de 1978 y 2012, donde se revisaron las lengüetas y se retiró el óxido de los tubos, acumulado tras años de interpretación musical.

Un instrumento que se estrenaba con el preludio de “Parsifal” de Wagner

El primer concierto que dio el órgano centenario se celebraba un 29 de junio de 1924. La obra elegida para darle la bienvenida a la catedral de Ourense fue el preludio de la obra “Parsifal”, una pieza del compositor alemán Richard Wagner publicada solo 42 años antes de la instalación del, entonces, nuevo órgano ourensano.

Definida como “un festival escénico sacro” por su autor, la pieza completa supera las cuatro horas de duración, y requiere una gran orquesta para interpretarse. El argumento discurre en España, y cuenta la historia de Parsifal, un trasunto del Mesías, y su relación con Kundry.

Contenido patrocinado

stats