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MEDIO AMBIENTE
Ourense es ya la ciudad gallega que menos recicla, lo cual no solo causa un grave perjuicio sobre el medio ambiente, sino que está costando caro a las arcas municipales, que se ahorrarían cerca de un millón de euros anuales en el canon a Sogama si hicieran los deberes.
Lo medible no es opinable y así lo demuestran las cifras aportadas por la Consellería de Medio Ambiente. Ourense recibe un suspenso total en recogida selectiva de residuos. La ciudad de As Burgas es la que peor tasa de reciclaje tiene entre las seis principales urbes gallegas que envían sus residuos a la planta de Sogama -A Coruña lo hace a través de Nostián y no se contempla en estos datos-.
En 2023, último año completo, Ourense recogió 37.537,26 toneladas de basura, de las cuales envió a la planta de Sogama, donde se tratan los residuos no reciclables, el 87,3% del total. Solo se recicló (recogida selectiva de vidrio, plástico, latas y bricks, papel y cartón) un 12,63%. No hay ciudad gallega con peores cifras. En Santiago reciclaron el 21,2%, en Pontevedra el 19,6%, en Ferrol el 13,58%, en Vigo el 13,4% y en Lugo el 12,64%.
La situación de Ourense dista mucho de ser la ideal, pues el objetivo marcado por la Unión Europea (ya para 2020) era reciclar el 50% de toda la basura generada. Pero en la ciudad de As Burgas es difícil revertirlo, ante la inacción municipal. Como ejemplo, Pontevedra, Santiago o Vigo ya están separando la materia orgánica a través del contenedor marrón -quinto contenedor-, obligatorio desde este 2024 en todas las entidades locales, pero Ourense sigue sin hacer los deberes, al tener desde abril de 2023 paralizado el contrato para suministrar nuevos contenedores, que tendrá que volver a licitar.
Esta baja cifra de reciclaje en Ourense está causando un perjuicio importante a las arcas municipales. Si Ourense alcanzase el 50% que pide Europa, ahorraría casi un millón de euros al año en el canon que paga a Sogama, y pasaría a pagar 1,23 millones anuales, frente a los más de dos millones actuales. Además, obtendría mayores ingresos de Ecoembes y Ecovidrio, organizaciones que gestionan los contenedores amarillo y verde, pues el aumento de reciclaje reportaría dinero a las arcas municipales en forma de incentivos.
La Consellería de Medio Ambiente apunta al Concello de Ourense por estos bajos niveles de reciclaje, ya que tiene la competencia en materia de gestión de residuos. “El Concello debe promover y ejecutar programas formativos y de concienciación, siendo necesaria su constancia en el tiempo”, advierten fuentes del departamento autonómico. El Concello no gastó ni un euro, según la liquidación de gastos de 2023, de los 21.000 euros presupuestados para jornadas medioambientales, tampoco consumió ni un euro de los 10.000 previstos para adquirir composteros y dejó sin utilizar los 18.000 previstos para eventos de sensibilización medioambiental o los 21.000 que se habían presupuestado para campañas de educación ambiental.
Medio Ambiente también cree que el escaso reciclaje puede deberse a “cierta desconfianza” del ciudadano respecto a la recogida del servicio de residuos o simplemente desinterés. Pero, aclaran, “debe ser el Concello el que tome las riendas, evaluar dónde está el problema y corregirlo”.
En el año 2023, los ourensanos generaron un total de 37.537 toneladas de basura, siendo la tercera urbe gallega que más residuos generó por detrás de Lugo (40.769) y Vigo (114.145). A pesar de entrar en el podio en lo referente a generación de residuos, los ourensanos son los gallegos que menos kilogramos generan al día por habitante (0,98).
En lo que respecta a los residuos reciclados, que son un total de 4.739 toneladas en el 2023, los más reutilizados son los envases ligeros (contenedor amarillo) -1.384-, seguido del vidrio (contenedor verde) -1.281 toneladas- y del papel y cartón (contenedor azul) con 1.023 toneladas.
Por debajo del millar de toneladas se sitúa la chatarra electrónica -468 toneladas, los residuos voluminosos (colchones, muebles, etc.) -451 toneladas- y por último las pilas con 9,4 toneladas.
Todos esos desperdicios que se generan en la ciudad de As Burgas son procesados por Sogama, que controla la gestión de más del 90% de los concellos gallegos. La planta de tratamiento de residuos de Cerceda subirá el canon que cobra a los concellos de 66 a 108 euros por tonelada en el 2025.
Esta subida del canon le costará al Concello de Ourense, 1.377.415 euros. La propia Consellería de Medio Ambiente anunció en septiembre que se haría cargo del 60% de los costes, siempre y cuando la administración local ourensana cumpla uno de estos dos requisitos: reducir en un 1 por ciento como mínimo la cantidad de residuos entregada en la planta de Sogama respecto al año anterior o incrementar en un 3% la recogida selectiva realizada a través de los contenedores marrón u amarillo. Medidas que, por el momento, incumple el gobierno local ourensano que dirige Gonzalo Pérez Jácome y que le podrían ahorrar a las arcas municipales ourensanas un total de 819.890 euros.
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