Ourense es, con Zamora, la provincia con mayor tasa de cáncer

Durante el año 2024 se produjeron 2.948 nuevas detecciones de cáncer en la provincia de Ourense, donde el envejecimiento de la población continúa incrementando las cifras.La Asociación Española Contra el Cáncer se ha propuesto elevar la tasa de supervivencia para el año 2030 al 70%, centrándose en la investigación y la visibilidad de esta enfermedad.La dispersión poblacional y el abandono del rural entorpecen que la información llegue de manera equitativa a todos los puntos del país, provocando sendas desigualdades.

Ourense es, junto a Zamora, la provincia con mayor incidencia de cáncer en España. Solo en 2024 se produjeron 2.948 nuevas detecciones, traduciéndose en más de 800 casos por cada 100.000 habitantes. Una enfermedad incrustada en la sociedad, que en Ourense golpea todavía más fuerte.

La propia idiosincrasia de la provincia, con una población envejecida, aumenta los niveles de riesgo de padecer una enfermedad que ya se posiciona como la segunda causa de mortalidad en el territorio, solo superada por las enfermedades cardiovasculares.

En este contexto, la prevención y la visibilización se convierten en principal fundamento para alcanzar una tasa de supervivencia del 70%, propósito que se ha marcado la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) para el año 2030. Así lo trasladó ayer Germán Rodríguez, presidente de la asociación en Ourense y representante de la misma, en la antesala del mes que hoy entra y en el que se llevarán a cabo diferentes iniciativas con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, el próximo 4 de febrero.

Abandono Rural

La dispersión poblacional y el abandono en zonas rurales entorpecen que la información llegue de manera equitativa a todos los puntos del país. Según apunta Rodríguez, “por desgracia, muchas veces el código postal afecta más que el código genético en la evolución de la enfermedad”. La falta de equidad en los distintos procesos por los que pasa una persona enferma de cáncer en función de su lugar de residencia, lleva a Ourense a requerir un mayor esfuerzo para poder prestar servicio a su población, a pesar de que en el año 2023 casi un tercio de las muertes de varones en la provincia fueron atribuidas a lo que se engloba dentro de la categoría de tumores, siendo el de pulmón el más prevalente.

“El sistema sanitario que tenemos en nuestro país muchas veces impide que determinadas investigaciones lleguen a otros sitios y que los enfermos se beneficien de servicios que sí tienen en otros lugares”. Un problema que pagan precisamente los enfermos de esas zonas rurales en las que domina la desprotección sanitaria y que lleva a muchos incluso a tener que trasladarse para recibir tratamiento.

Para el presidente de la AECC en Ourense, este es el principal reto al que se enfrentan desde la ambición, con la investigación como elemento básico: “La clave va a estar en que los datos que tratamos en materia oncológica lleguen de una forma homogénea, ordenada, comparable y comprensible a todos los sitios por igual”. Un objetivo que -por el momento- se mantiene solo como una utopía y deja relegados a un plano secundario a todos los pequeños municipios en los que los enfermos se convierten en pacientes de segunda, sintiendo el mismo abandono que viven sus hogares.

Farmacias, tiendas y otros establecimientos rurales colaboran de la mano de la asociación para tratar de vencer estos obstáculos, con iniciativas en las que prima la cercanía y en las que adquieren la responsabilidad que tendría que estar en manos de profesionales e instituciones. Es el propio farmacéutico o el tendero el que informa a su vecino de los servicios de acompañamiento, psicológicos o incluso económicos a los que puede acceder si está enfermo y -sobre todo- si se encuentra en situación de vulnerabilidad.

En este marco, en el que se minimizan los recursos -y con ello las herramientas para pelear con más dignidad frente al cáncer- el conjunto de asociaciones que trabajan con pacientes oncológicos -y entre las que se encuentra AECC Ourense- están trabajando en un nuevo modelo integrado y global que trabaje por esa equidad tan necesaria.