Ana Mila Álvarez, enferma de cáncer de pulmón: “Pienso en mis hijos y mis nietos”

Ana Mila Álvarez tiene 65 años y desde hace un año y medio tiene que lidiar con un cáncer de pulmón con metástasis en las vértebras. Natural de Toén, sus continuos problemas con las gripes y las alergias pusieron en alerta a los médicos.“Tenía constantes dificultades en los bronquios, llegué hasta el punto de acabar tosiendo sangre y la doctora decidió que tenía que someterme a una biopsia. En la primera prueba hubo un error y no me detectaron nada, a pesar de que ya tenía un tumor de tres centímetros en el pulmón. Quince días después volví y ya fue cuando me lo detectaron y también localizaron la afección en la columna provocada por la metástasis”, explica Ana Mila Álvarez.

La palabra cáncer, por desgracia, no era ajena ni para ella ni para su familia. “Te puedo decir que a mí me afectó cuando me lo dijeron, me quedé como atontada, pero fue una sensación incomparable a la que tuve cuando le diagnosticaron cáncer de mamá a mi hija unos meses antes. Eso sí que fue desgarrador. Un hecho imposible de asimilar y que te deja un dolor emocional indescriptible”, narra Ana Mila.

Con unos hábitos de vida saludables y sin haber tocado un cigarro en su vida, la lotería genética estuvo detrás de su cáncer de pulmón. “Los resultados de mi análisis genético mostraban que una mutación genética había provocado la enfermedad”, explica la paciente.

El año y medio de constante lucha contra la enfermedad no ha mermado ni los ánimos ni las fuerzas de Ana Mila Álvarez a pesar de las múltiples adversidades. “He perdido 14 de kilos y al principio la radioterapia me dejaba unos dolores muy fuertes, pero estoy obligada a seguir luchando, aunque mi cáncer no tiene operación. Solo puedo confiar en el tratamiento”.

A pesar de que la enferma es ella, sus pensamientos están más en sus allegados que en el cáncer. “No pienso en mí. Pienso en mis hijos y mis nietos que aunque sean mayores me necesitan”.

Esta delicada situación ha dejado en su vida un cambio de filosofía. “He dejado de darle valor a las cosas materiales, no me importan nada. Solo me importa mi familia y poder llegar a curarme”, narra Ana Mila Álvarez.

Por el momento, su visión está en seguir luchando cada día “sé que el cáncer me va a acompañar toda la vida, aunque me cure. Por eso prefiero no pensar qué pasará mañana, sino que puedo hacer hoy para poder estar bien”.