La Raia reclama que se reabran sus pasos este mes

"Es una injusticia", "una discriminación", "un hecho incongruente". Estas son algunas de las frases y calificativos a los que recurrieron ayer alcaldes, comerciantes y vecinos de la Raia tras comprobar que los gobiernos español y luso reabrieron tres pasos fronterizos a la circulación (Salvaterra-Monçao, Tomiño-Vila Nova de Cerveira y Arbo-Melgaço) en la provincia de Pontevedra y ninguno en la de Ourense.

El regidor de Padrenda, Manuel Pérez, buscó el apoyo de los mandatarios de Pontedeva y Cortegada, José Carlos Guerrero y Avelino de Francisco, respectivamente, y juntos se dirigieron a la Subdelegación del Gobierno para "tenga en cuenta nuestras demandas y solucione una situación que desde nuestro punto de vista es incongruente si tenemos en cuenta que el paso de Arbo está 28 kilómetros de Cortegada cuando la situación epidemiológica y posibilidad de contagio es la misma en ambas fronteras", aseguró Manuel Pérez.

Los tres mandatarios locales piden que sea reabierto el paso de Pontebarxas (Padrenda). Argumentan que el cierre de la frontera les está ocasionando pérdidas económicas y perjuicios a los trabajadores.

Juan Carlos González tiene una empresa de muebles en Pontedeva y ayer circulaba por el paso de Arbo para trabajar en Melgaço. "Estamos a minutos de nuestros clientes y tenemos que dar un rodeo para poder atenderlos. Menos mal que abrieron esta carretera, porque hasta ahora había que desplazarse hasta Tui, recorrer 150 kilómetros", asegura.

El mismo argumento lo esgrimen industriales y comerciantes de Lobios, Entrimo, Baltar, Oímbra, Vilardevós y A Mezquita. "Esto es una injusticia", aseguró el alcalde de Baltar, José Antonio Feijóo.

Prados y fincas son aprovechadas para circular ante el enfado de sus dueños

Entre Ourense y Portugal solamente está abierto las 24 horas la carretera Feces (Verín)-Vila Verde da Raia (Chaves). El 2 de junio se permitió la circulación lunes y jueves en determinadas horas entre Calvos de Randín y Tourem, pero esta carretera solamente es utilizada habitualmente por los vecinos para tareas agrícolas.

Los conductores para evitar dar un rodeo por el único paso abierto aprovechan los prados y fincas limítrofes con las carreteras que están cerradas para cruzar, tanto desde Portugal hacia la provincia de Ourense y viceversa, con el consiguiente riesgo de ser multados por las fuerzas de seguridad y el enfado de los dueños del terreno. "Me están convirtiendo el prado en una auténtica carretera. Ya coloque piedras y cintas reflectantes para impedir el paso por el prado, pero las retiran por la noche y circulan con el coche entra la hierba", lamentaba uno de los agricultores afectados por el transito de coches.