Récord histórico de recaudación por multas de tráfico en la ciudad de Ourense

La llegada de Gonzalo Pérez Jácome a la alcaldía de Ourense ha disparado la recaudación en multas por infracción de las ordenanzas de tráfico, interpuestas por la Policía Local, pese a que el alcalde lo considera insuficiente, pues ha incrementado la presión sobre los agentes para que denuncien más. Los gastos en fiestas y orquestas se han multiplicado desde la llegada de este gobierno local, al mismo tiempo que se han disparado las multas por infracciones de tráfico.

En los últimos dos ejercicios presupuestarios ya cerrados, se marcaron las cifras máximas en multas en 10 años en el Concello. Tanto en 2023 como en 2022 se sobrepasaron los dos millones de euros en sanciones en materia de tráfico interpuestas por la Policía Local, una cifra que no se había superado en ningún caso en el mandato anterior a la llegada del actual regidor.

Así lo reflejan las cuentas del Concello, que en el apartado de ingresos reflejan que en 2023 se percibieron 2,13 millones de euros en concepto de sanciones de tráfico y en 2022 la cantidad fue todavía superior, de hasta 2,29 millones.

Las cifras quedan a años luz de ejercicios previos, no solo 2021 y 2020 (cuando las restricciones covid hacen normal el descenso en la recaudación), sino que superan con creces también las cifras prepandemia, y todo podría ir a más, debido a las presiones del gobierno local para aumentar las multas y la reciente colocación, esta misma semana, de siete radares.

En el último año completo antes del estallido de la pandemia del covid (2019) se habían recaudado 1,62 millones, cifras muy alejadas de las actuales. Antes, en el año 2018, se alcanzaron los 1,99 millones, mientras que en 2017 y 2016 apenas se sobrepasaron los 1,5 millones de euros en multas.

En los presupuestos municipales se recoge una partida de solo 1,1 millones de euros de previsión de ingresos en multas, cantidad que se ha doblado los dos últimos ejercicios.

Los no multados

Este repunte de la recaudación por sanciones contrasta con el escaso respeto por las normas de tráfico que muestran algunos miembros del gobierno local.

El alcalde es protagonista de aparcamientos de lo más disparatado, el coche de un concejal se vio implicado en un accidente con fuga, mientras que otra edila utilizó como parquin privado la Jefatura de Policía mientras se iba de vacaciones a Marruecos.

Más presión: siete radares municipales ya instalados

Las multas están en máximos de los últimos 10 años, pero el bolsillo de los ciudadanos de Ourense todavía tiene nuevos frentes en el horizonte. El Concello de Ourense, con la ayuda de los fondos europeos Next Generation, colocaba esta misma semana siete nuevos radares fijos en las principales entradas y salidas del casco urbano, lo cual hace prever un aumento de las sanciones a las que se enfrentarán los ciudadanos.

Estos radares serán instalados directamente por el Concello, que será el que recaude directamente las multas que se interpongan.

Por otra parte, la Dirección General de Tráfico también acaba de instalar un radar en la N-525, a su paso por O Couto y Rabo de Galo. Se trata de un cinemómetro fijo, en un tramo limitado a 80 kilómetros por hora, y que controlará la velocidad en ambos sentidos.

De momento, la colocación de radares es una de las pocas medidas que ya contemplaba el Plan de Mobilidade Urbana Sostible (PMUS) que el actual gobierno local ha intentado implantar. Poco más, por no decir nada, ha hecho el Concello para tomar medidas que pacifiquen el tráfico, priorizando las sanciones sobre las peatonalizaciones.