La regulación de la eutanasia, una cuestión de vida o muerte

Los miembros de la Diócesis de Ourense se reunieron ayer en la Catedral para celebrar una jornada de ayuno y oración en protesta de la Ley Orgánica de regulación de la eutanasia que está a punto de aprobar el Congreso de los Diputados. La iniciativa pretende promocionar los cuidados paliativos, que ayuden a vivir las enfermedades graves sin dolor. También quisieron poner en valor el acompañamiento integral, y espiritual, de los enfermos y sus familias.

Sin embargo, mientras unos se oponen, otros celebran la llegada de la ley. Es el caso de Ascensión Cambrón, presidenta de la asociación Derecho a Morir Dignamente, que afirma que es una noticia positiva, y que "os grupos relixiosos poden pedir o que queiran aos seus fieis, pero non á cidadanía. A vida non é unha obriga, é un dereito", afirma.

La ley, incluye la regulación de la eutanasia y el suicidio médicamente asistido. En la primera, un sanitario administra los medicamentos y, en la segunda, los suministra para que el afectado los ingiera. Para solicitarlo, hay que ser mayor de edad y ser capaz y consciente en ese momento.

El bicario episcopal para la nueva evangelización Francisco Prieto asistió a la jornada de ayuno y cree que "con la situación sanitaria actual, se ha hecho patente que ha faltado tiempo de sosiego, debate y reflexión para la aprobación de esta ley. Se está hablando de la vida de las personas".

En lugar de apostar por la eutanasia y ante el dolor extremo de algunos enfermos, apuesta por "tener en cuenta un acompañamiento integral en los momentos más duros, con mucha presencia. Nunca hay que abandonar a los que sufren. Instintivamente buscamos vivir y hasta el último minuto toda vida vale".

En contraposición, Cambrón afirma que "non hai dereito a que as persoas teñan que morrer tirándose dunha fiestra dun octavo piso, cando a súa vida é un sufrimento absolutamente intolerable”.

Jose Luis Jiménez, presidente del Colegio Médico de Ourense, cree que, pese al papel de los médicos, "es un debate que corresponde a la sociedad. Nos parece bien que se regule si así se valora socialmente". A nivel personal, opina que "si que es necesaria una mayor regulación que la existente, una que proteja jurídicamente a los médicos cuando hacen su trabajo" .