El tabique del Sexto Instituto se derrumbó por "una fuerza de empuje desde las duchas"

En la ciudad

La UDEV tiene un informe técnico del Servicio de Bomberos de Ourense en el que se descartan deficiencias estructurales en el muro derrumbado del Sexto Instituto

M. Sánchez

Publicado: 27 oct 2022 - 22:49 Actualizado: 28 oct 2022 - 22:05

Investigación abierta sobre el estado del muro del IES Julio Prieto Nespereira

La conmoción por la muerte de Manuel F.M., el alumno del Sexto Instituto de 15 años que falleció el miércoles aplastado por un tabique del vestuario, tuvo este jueves varios escenarios, el principal en el propio centro, con la comunidad educativa de luto, visiblemente afectada, y en la Praza Maior de Ourense, en la que se arracimaron estudiantes y políticos.

El conselleiro de Educación, Román Rodríguez, regresó al centro para reunirse con el claustro y cerrar filas. “No constaba ninguna deficiencia ni para la Xunta, que es el instituto, ni para el instituto que es la Xunta”, aseguró el responsable político.

Paralelamente, las diligencias de investigación que la Policía Judicial, el equipo de EDEV, entregará a la jueza Eva Armesto avanzan. Los agentes, según confirmaron fuentes de la comisaría, ya tomaron declaración a testigos presenciales, al tiempo que la Policía Científica evalúa lo sucedido. También consta en el atestado un informe técnico de los bomberos de tres folios, con elementos gráficos, en el que se recoge que el tabique, de 2.80 metros de largo, dos metros de alto, 15 centímetros de grosor y 1,4 toneladas de peso, colapsó por “una fuerza de empuje desde la zona de duchas” -no se le atribuye a nadie en concreto- en la parte superior de la pared, lo que provocó que se desplomase hacia la zona del vestuario, en donde estaba el estudiante fallecido y alumno de tercero de la ESO que resultó herido en un pie. Venció hacia la pared que divide el vestuario y la cancha deportiva.

Testigos presenciales confirmaron este jueves que la víctima estaba sentada en el banco junto a esa pared y al ver que caía el “muro” intentó sujetarlo para evitar que su compañero resultase lesionado.

El mismo informe técnico descarta deficiencias estructurales. Un tabique de fábrica de ladrillo (el material habitual utilizado hace 20 años que fue sustituido por tabiques prefabricados de resina) tomado con ladrillo cerámico con motero de cemento y arena revestido con el mismo material y alicatado con azulejo cerámico. Tampoco había perchas o bancos que afectasen a su estabilidad.

De hecho, tras la inspección realizada en el vestuario de mujeres, que este jueves fue precintado por orden de la consellería, se constató que el tabique de separación de espacios estaba en perfecto estado. Según fuentes de bomberos, “los dos eran idénticos”.

Pese a que este informe pericial, en el que se detalla la rápida intervención de los bomberos en el lugar, será uno de varios, Educación insistió este jueves que al centro no le constaba ninguna deficiencia, tal como pusieron sobre la mesa alumnos y padres el primer día, que llevase a adoptar “una mayor precaución”. El conselleiro manifestó que si los usuarios del vestuario “hubiesen detectado algún tipo de indicador o señal que permitiese pensar que esto pasaría se hubiesen activado enseguida las cadenas de información y acción para ejecutar las obras pertinentes”.

Explicó que en los centros educativos existe personal de mantenimiento y que los profesores “están en el centro todos los días”, por lo que cuando se detecta un problema “en una persiana, tubería, humedad o en un muro se solucionan las deficiencias que pueda haber”.

En cuanto a las inspecciones en espacios educativos, ese departamento aclara que “están reguladas por las ordenanzas municipales en función de su antigüedad” o de oficio “si se traslada una emergencia”. Elementos como tabiques, muros o fachadas -añade- “son objeto de inspección visual de manera permanente por el equipo directivo, profesores o la unidad técnica”.

“Mi hijo estaba allí y dijo que el muro se movía algo”

Manuel Delgado, padre de uno de los niños que estaba en el vestuario cuando ocurrió el suceso, explicó ayer a la entrada del Sexto Instituto que “lo único que nos dijo mi hijo es que el muro se movía”. Sin embargo, es un comentario que antes no había escuchado: “Soy árbitro de baloncesto y tengo ido a pitar ahí y nunca he oído algo. Mi hijo pequeño, que estaba allí (en el vestuario) me comentó que se movía un poco, pero...es una desgracia”. Reitera que el menor y su otro hijo “decían que el muro se movía, pero nunca escuché que estuviese en mal estado. Estuve hace días allí arbitrando y nadie nos comentó nada del estado”.

Por otro lado, el reconocido dibujante de cómic David Rubín, confesó ser familiar del adolescente fallecido: “Manuel era un buen chaval; sano, deportista, inteligente y noble. La última vez que lo vi fue hace ya tiempo, en una de mis últimas presentaciones de libros en Ourense”. Por otro lado, el artista ourensano criticó que “Manuel ya no está por la negligencia de un centro escolar y del gobierno gallego”.

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