El tren desde Ourense vuelve a Monforte pero las obras siguen hasta el 2026

Los viajeros que lleguen hoy a Ourense desde Barcelona lo harán en tren y no en autocar desde Monforte como venía sucediendo desde noviembre de 2022. El Alvia 626 Barcelona Sants-A Coruña será el primero en recuperar los 46 kilómetros de vía entre Monforte y Ourense tras dos años en los que las obras obligaron, por primera vez desde 1885, a cortar esa línea. Sin embargo, esta apertura no supone el final de los trabajos en el corredor ferroviario entre Ourense y Monforte, que seguirán activos, al menos hasta 2026.

El plan de modernización que Adif puso en marcha en 2017 para el corredor de 117 kilómetros entre Ourense y Lugo, con una inversión total de algo más de quinientos millones de euros continuará ejecutándose, pero sin interrumpir la circulación ferroviaria. La previsión inicial era una interrupción de tan solo ocho meses, de noviembre de 2022 a abril de 2023. La causa, la complejidad de las obras que supone afrontar la rebaja de la plataforma en los túneles para instalar la nueva catenaria que permitirá en el futuro que los trenes circulen con corriente a 25.000 voltios y la necesidad de convertir la propia vía en el camino de acceso de camiones y maquinaria tanto para realizar esa labor como las de refuerzo de viaductos, trincheras y terraplenes. La mayoría son túneles pequeños, como el de Loudeiro, en el término municipal de Coles, entre las estaciones de Ourense y Barra de Miño, con 30 metros de longitud. Es el único dentro de la provincia de Ourense. El resto ya discurren a partir de la estación de Os Peares, en los términos municipales de Pantón y Sober. El mayor de los trece se llama Castelo Grande, y se encuentra entre las estaciones de San Esteban de Sil y Areas. Tiene 439 metros de longitud y una cascada con agua y está seguido de Castelo Chico, de 170 metros de longitud. Pero los ocho meses se quedaron cortos. La necesidad de reforzar nuevos terraplenes y trincheras y el trabajo en el montaje de la catenaria retrasó una y otra vez el final del corte de la línea, convirtiendo los ocho meses iniciales en veinticuatro, es decir, el triple de lo previsto inicialmente.

Lo que falta

La apertura al servicio ferroviario no significa que se den por finalizadas las obras. Todavía quedan muchos flecos pendientes, tanto en este tramo de 46 kilómetros como en los 71 que median entre las estaciones de Monforte de Lemos y Lugo. En este último tramo, concretamente, falta por concluir la electrificación, que había sido adjudicada a la unión temporal de empresas formada por Moncobra y TELICE (Teléfonos, Líneas y Centrales) en septiembre de 2021. La conclusión del nuevo túnel de Oural. Este túnel es la obra singular de mayor envergadura de todo el corredor. Su construcción, adjudicada a Ferrovial en mayo de 2021, supone algo más del diez por ciento de toda la inversión entre Ourense y Lugo e implica la utilización del viejo túnel, en la actualidad en servicio, como galería de evacuación del nuevo, con el que estará comunicado por tres salidas de emergencia. En la actualidad se está trabajando en la segunda fase de ampliación de su base tras haber concluido la perforación, lo que se conoce como destroza y se espera que para 2026 esté finalizado con la vía y resto de elementos ya montados.

El plazo de interrupción del servicio ferroviario triplicó los ocho meses previstos en noviembre de 2022

A ello hay que añadir la prolongación de 1,6 kilómetros en la variante de San Xiao, el único tramo de nueva construcción, además del túnel antes referido, y la supresión de todos los pasos a nivel que aún se encuentran en obras o en tramitación, de un total de 36 que existían antes de iniciarse las obras, entre Ourense y Lugo. La mayor parte de los pasos a nivel se encuentran en la provincia de Lugo, treinta entre Monforte y la estación de la capital de la provincia. El plan de modernización del corredor comprende un amplio paquete de obras que incluyen, a mayores de las ya referidas la renovación de la vía, traviesas y balasto en los 117 kilómetros que median entre las estaciones de Ourense y Lugo, la renovación de los sistemas de señalización y telecomunicaciones, el refuerzo de infraestructuras como viaductos, túneles, trincheras y laderas, la ampliación de las vías de apartadero de la estación de Os Peares para admitir trenes mercantes de hasta 750 metros de longitud, una actuación que se enmarca en los planes de adaptación de la línea Vigo-Ourense-Monforte-León para su inclusión como ramal gallego del corredor atlántico de mercancías. A ello hay que añadir los trabajos en la estación de Monforte y la construcción de la nueva terminal de viajeros de Lugo.

Un trazado de 117 kilómetros con más de setenta contratos adjudicados

A pesar de que las obras que despliega Adif en el corredor Ourense-Lugo no contemplan un nuevo trazado, salvo en los tres kilómetros y medio que suman el nuevo túnel de Oural y la ampliación de la variante de San Xiao, sí que suponen un importante reto tanto logístico como de planificación.

Con un presupuesto que supera los 500 millones de euros, entre 2018 y 2024 se han licitado más de setenta contratos, si bien la tramitación de muchos de ellos había comenzado en 2017. Contratos que van desde la modernización de los sistemas de señalización y comunicaciones a la reparación de infraestructuras a las que los años con un mantenimiento de mínimos les estaba pasando factura, sobre todo en un trazado tan sinuoso que se construyó con los recursos y la perspectiva del siglo XIX. Se está trabajando en túneles, terraplenes, trincheras o viaductos para asegurar su operatividad conforme a las normas de seguridad actuales.