La variante hasta Seixalbo seguirá en obras hasta 2028

ALTA VELOCIDAD

Adif AV acaba de formalizar el contrato para la redacción del proyecto de electrificación de la variante en Ourense

Punto de encuentro de la variante exterior con la plataforma de la línea de alta velocidad en Taboadela.
Punto de encuentro de la variante exterior con la plataforma de la línea de alta velocidad en Taboadela.

La variante exterior hasta Seixalbo no estará operativa, al menos hasta finales de 2028. Adif Alta Velocidad cuenta con tener finalizadas las obras de la plataforma de esos primeros ocho kilómetros, que actualmente se encuentra en construcción, para los primeros meses de 2026. Pero a esos trabajos hay que sumar el montaje de la vía y la electrificación, entre otras actuaciones, para que puedan circular los trenes por ese tramo. El administrador ferroviario acaba de formalizar el contrato para la redacción del proyecto de electrificación, con un plazo de ejecución de doce meses.

El nuevo contrato prevé que el proyecto esté finalizado en el primer semestre de 2026. Será el instrumento que permitirá que Adif AV licite primero y adjudique después las obras de instalación de la catenaria, desde donde se encuentra el cambiador de anchos, en Taboadela, hasta el reencuentro de la variante exterior con la vía vieja, en Seixalbo. Los trámites antes de que comiencen las obras consumirán al menos otros doce meses, por lo que no estarán en marcha hasta mediados de 2027. Electrificación y montaje de vía son dos actuaciones que se pueden realizar casi al mismo tiempo. Lo normal es que primero se monten los postes. Para tender el hilo de contacto, del que toman la corriente las locomotoras, es necesario que esté montada la vía y perfectamente alineada. Así pues, para llegar a ese último paso en la electrificación, tendrá que estar montada la vía. Pero para ello Adif tiene primero que licitar y adjudicar la redacción del proyecto constructivo y a continuación hacer lo propio con las obras de montaje de vía y licitar y adjudicar los suministros para poder materializar dicho montaje: balasto, traviesas, carril, etcétera.

Aunque la plataforma que está actualmente en obras suma alrededor de ocho kilómetros, el montaje de vía y catenaria se extiende varios cientos de metros más, hasta el punto kilométrico en el que se encuentra la finalización de la línea de alta velocidad actualmente, en el cambiador de anchos de Taboadela. Al ser un tramo pequeño, que no llega a los diez kilómetros, las obras tendrán un período de ejecución que no debería de extenderse más allá de un año.

Las otras obras

Vía y electrificación no son las únicas actuaciones pendientes. Señalización y telecomunicaciones e instalaciones de protección civil y seguridad en el túnel de Rante también tienen que pasar por la Plataforma de Contratación del Sector Público para su licitación y adjudicación. Para que esta primera parte de la variante exterior pueda estar operativa a finales de 2028, todos estos trámites administrativos previos a la fase constructiva tienen que desarrollarse de manera secuenciada en cuestión de meses para que las actuaciones sigan un procedimiento coordinado.

Las obras de los dos primeros subtramos de la variante exterior de Ourense se iniciaron hace poco más de tres años, en las primeras semanas de 2022. Tenían plazos de ejecución de 34 meses el primer subtramo (Taboadela-Túnel de Rante de 5,6 kilómetros) y de 26 meses el segundo (Túnel de Rante-Conexión Seixalbo, de 2,26 kilómetros). Los plazos iniciales se agotaron en marzo y noviembre de 2024 y fueron objeto de modificaciones que extendieron el período de ejecución y la cuantía asignada se elevó en algo más de quince millones de euros, sumando las revisiones al alza de ambos contratos. El alza de los precios sobrevenida como consecuencia de las altas tasas de inflación de 2023 y 2024 fue la principal, pero no la única causa que obligó a esa revisión de los importes y la prolongación de los plazos.

Túnel y viaductos

El pasado mes de noviembre se culminó uno de los hitos más importantes del primer tramo: el cale del túnel de Rante. Se construye mediante el sistema de avance y destroza, también conocido como Nuevo Método Austríaco, y el cale del túnel supone la finalización de la fase de avance, en la que se perfora primero la parte superior del túnel, para luego proceder a la excavación de la base a lo largo de sus 3,4 kilómetros, labor en la que se encuentran trabajando en la actualidad. Una vez concluida la perforación en toda su superficie, los equipos que trabajan en su interior tendrán que acometer la impermeabilización y revestimiento con 40.700 metros cúbicos de hormigón. Además del túnel, que representa el 61 por ciento de su recorrido, el primer subtramo tiene que afrontar la construcción de tres viaductos que suman 540 metros de longitud, de los que el que cruza las carreteras OU320 y N525 en Taboadela y el río Mesón de Calvos es el más largo de los tres con algo más de 400 metros, actualmente en construcción.

Sin noticias de los 9 kilómetros que faltan para llegar hasta la estación

Tres subtramos de la variante exterior de Ourense, con una longitud aproximada de 9 kilómetros, siguen todavía en el limbo administrativo. Las últimas noticias que se tuvieron de ellos era que los proyectos constructivos se encontraban en revisión para actualización de precios y adaptación a las nuevas normativas. 

Los tres subtramos pendientes (Conexión Seixalbo-Seixalbo, Seixalbo-Túnel de Montealegre y Túnel de Montealegre-Estación de Ourense), constituyen el grueso del trazado de la variante exterior no solo en longitud, también en presupuesto y complejidad técnica ya que han de afrontar dos túneles, uno de ellos de gran entidad como es el de Montealegre, y el viaducto que cruce el Miño para hacer llegar la línea de alta velocidad por la margen derecha, en paralelo a la vía procedente de Monforte. Una obra imprescindible para poner fin al cuello de botella que representa la vía única de salida de Ourense por el viaducto del Miño.

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