Euforia angustiosa en Velle

Volvió la alegría a Velle, volvieron las victorias. Agónica, angustiosa, pero victoria. No le sirve para dar un salto importante en la tabla, de hecho sigue lejos del Caselas, el que le antecede en la tabla, pero seguro que sí para afrontar la semana con otras sensaciones. Porque con más sobresaltos es imposible, en la penúltima jugada del partido apoyado en el larguero para repeler el lanzamiento de Jesús, en la última con un pie sacado a tiempo con el que Viana rechazó a lo Courtois en la Supercopa de Arabia el penalti chutado por Groba. A la postre llegó con el gol de Brais, que cabeceó al filo del descanso la pelota que desde la izquierda le había puesto Pitu.

El efecto Nadal se esparció tanto que unas cuantas gotas se dejaron caer por territorio ourensano. Velle y Mondariz afrontaron el partido como si no hubiese un mañana, a toque de corneta, con la portería rival como único foco de visión. Abrió la batalla Raúl con un centro que pedía gol a gritos, pero no hubo nadie que empujase la bola con el portero vendido. Eso era en el minuto 6, y seis más tarde apareció de nuevo Raúl, ahora para empalar arriba en el segundo palo. Con todo, el que de verdad rozó el 1-0 fue Figo, que cabeceó a centímetros del guardameta, que se quedó con el balón.

Era tanta la mecha que querían meterle los ourensanos al juego que Viana se precipitó al sacar de puerta, lo hizo con tanta prisa que la pelota golpeó en la espalda de un rival. Le cayó a Diego, que sorprendido hasta tardó en embocar. No valió, la árbitro lo anuló.

Muchos fueron los astros que tuvieron que alinearse para que el Velle por fin viese puerta. La jugada nació en un saque de banda, Óscar se desentendió, Estévez se comió el balón y Albert cayó fulminado. De todo ello se aprovechó Pitu, que arrancó la moto y colocó la pelota en la cabeza de Brais. 1-0, por fin.

Arrancó el segundo tiempo con sendos avisos pontevedreses a balón parado, pelotas de saques de esquina rematadas cerca de la puerta, a lo que respondió el Velle con uno de Pitu que se perdió cerca del palo y sobre todo uno de Jorge que sacaron los defensores bajo los palos.

Se daba por hecho que poco más podía pasar. Para nada. Alberto derribó a Jesús en la frontal del área y el lanzamiento de Groba, espectacular, salvó la barrera pero no el travesaño, que devolvió el pelotazo. En el barullo que se formó salió despejado el balón pero también un delantero. Penalti. Viana que se mueve de palo a palo, Viana que saca un pie que vale un alegrón.