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COPA DIPUTACIÓN
El juego limpio estuvo presente en la 44 edición de la Copa Diputación y se pudo apreciar la buena convivencia de ambas aficiones, como así también dentro del terreno de juego, donde mientras el Barco levantaba su tercera copa, los jugadores del Velle asumían con deportividad la pérdida de su tercera final, siendo sin duda la presente la más dolorosa por lo abultado del marcador final.
El entrenador Lino Estévez, el sexto técnico no ourensano en conquistar este título, no ocultaba su satisfacción tras obtención de la Copa. “Es una forma muy buena de acabar la temporada con este broche con este trofeo que nos hacía mucha ilusión y teníamos la espina clavada de la pasada campaña y sobre todo arle este final a Rubén García, un jugador súper querido aquí, que jugó a muchísimo nivel siendo un ejemplo para todos y que pueda despedirse con esta fiesta”
Sobre como empezaron el choque decisivo y tener que remontar un 0-2, el técnico barquense confió muchísimo en sus jugadores que “demostraron durante toda la temporada que son capaces de remontar un encuentro, de nunca perder la cara, de competir muy bien y por eso tenía la confianza en ellos de que lo iban a sacar”.
En cuanto a su futuro en el banquillo, Lino Estévez, sin pelos en la lengua, confirmó que “para el año vamos a seguir en este club”.
En el bando contrario, para el entrenador del Velle, Anxo Valcárcel, era su primera final en un banquillo, aunque no con el resultado esperado y más aún tras comenzar ganando 0-2 ante todo un Barco que partía como claro favorito. “Afrontamos este partido con un jugador como Alfredo tocado y tampoco el arranque fue tan bueno como para ir con dos goles de ventaja, porque ellos lo plantearon bien y luego dos regales durante la primera parte y luego algunos más en la segunda mitad. Ante esto darle la enhorabuena al Barco, que tiene una marcha más que nosotros, que era normal, y siendo infinitamente superiores a nosotros”.
En este presente feliz de los barquenses, su presidente Nilo Ramos veía recompensado todos estos largos años al frente de un club que cogió y que con el tiempo fue dándole forma y crecimiento a uno de los equipos históricos de la provincia y que en la tarde de ayer en O Couto pudo también celebrar esa Copa Diputación que se le venía negando en las anteriores dos finales perdidas y ambas en la lotería de los penaltis. Aunque con cierta ironía comentaba que “al final te acostumbras a perderlas también, aunque una tercera sonaría mal. Creo que después de 44 largos años creo que iba siendo hora que este trofeo se viniera para el Barco, porque fuimos justos vencedores, demostrando ser mejores que el Velle. La verdad que ellos nos complicaron la primera parte con ese 0-2, pero al final la diferencia de categoría, el calor, donde nuestro equipo entrena cuatro veces a la semana y pienso que al final se notó”.
El mandatario barquense también ha tenido palabras de elogio hacia su oponente en lo deportivo. “Tengo que felicitar al Velle, primero porque su actual presidente Paco Sotelo que lleva a cabo un trabajo impresionante, es de los mejores amigos que tengo en el fútbol ourensano, es un club amigo y creo que ellos cumplieron, hicieron su trabajo y son tan justos merecedores como nosotros”. Después de lograr la primera edición, la Copa regresa a Calabagueiros 44 años.
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