Ourense CF: "No vale quejarse, sólo seguir"

El Ourense CF fue el único de los cuatro equipos ourensanos que debutó en casa en la primera jornada de Tercera División que comenzó el fin de semana.

También sirvió para el debut, tanto en la categoría como al frente del equipo del técnico Rubén Domínguez, que por precaución vio el partido desde la grada de O Couto. Al final, su equipo no pudo empezar con una victoria y aunque por la imagen y los méritos quizá no merecieron la derrota, al final el 1-2 fue inapelable y el Ribadumia se llevó los tres puntos.

El técnico ourensano no pone excusas a la derrota de su equipo, aunque es verdad que observó cosas interesantes. "Sabemos que el fútbol es dominar los tiempos de partido y no lo conseguimos. Nos metieron el primer gol en el 46 y el segundo en el 92 y eso debe de servirnos para levantarnos y aprender a jugar cuando tienes los resultados adversos".

No quiere poner disculpas a la derrota de su equipo, pero es cierto que el Ourense CF fue de los equipos de Tercera que menos pretemporada realizó al tener que estar 14 días parados por culpa del covid-19. "Esta claro que todo cuenta y eso nos condicionó, pero son las circunstancias que nos tocaron vivir a nosotros y a lo mejor a partir de ahora les toca a otros, En todo caso de nada vale quejarse y toca levantarse para seguir trabajando pensando ya en el próximo partido. Pero por lo visto ante el Ribadumia creo que hemos realizado méritos para haber conseguido un mejor resultado".

Rubén Domínguez piensa que, pese a todas las visicitudes, se puede ir contento del juego de su equipo. "En general las sensaciones que me trasmitió el grupo fueron positivas. Los primeros 25 minutos y la segunda parte fueron buenas. Hemos generado ocasiones de gol, dominamos el partido, pero por poner un pero, le regalamos los últimos 20 minutos de la primera parte con un ritmo muy bajo que era lo que le interesaba a ellos. A mayores encajamos en una contra y en un balón parado, dos jugadas en las que nos faltó algo de contundencia, pero en general creo que hemos dado una buena imagen".

"En general, las sensaciones que me transmitió el equipo fueron positivas, aunque nos queda mucho por hacer"

De cara al futuro, el técnico pontino tiene claro que "todavía queda mucho, yo diría que un mundo. Sólo llevamos un partido y ahora mismo lo único que pido es poder trabajar y tener continuidad en el trabajo que hasta ahora no lo hemos podido hacer con regularidad. Pero también tengo claro que ahora mismo lo que no vamos hacer es quejarnos de lo que paso. Eso ya fue, nos tenemos que rearmar y mirar para delante. Aprender de las derrotas y tener claro que esto es una carrera de fondo".

El domingo llega el segundo capítulo y nada menos con un derbi en Espiñedo, ante el Arenteiro que es uno de los cocos de la liga. "Desde ayer ya empezamos a pensar en ese partido que pienso que va ser muy bonito. Es un campo que conozco muy bien, dónde fui a jugar muchas veces con una gran afición y que espero que lo podamos disfrutar de la mejor manera".

Un partido que también estuvo condicionado por la poca afluencia de aficionados, sólo 75 pudieron acudir a O Couto por las restricciones sanitarias. Domínguez tiene claro que es un ambiente, "muy raro. Al final le cuesta a la gente engancharse al partido. No pueden hablar con el de al lado, ni tomar nada, casi no gritan, parece un fútbol capado, pero es lo que toca. Haber si poco a poco vamos volviendo, lo más posible a la normalidad y vamos dejando la pandemia atrás". E incluso los jugadores se ven afectados ya que "que la gente anime te contagia. Es verdad que a medida que te vas acercando al final del partido te calientas un poco más. Creo que afecta más en la primera parte, con un ambiente tan frío el jugador sin querer se acaba contagiando, pero es lo que toca".

Fue la primera piedra de un camino que va ser muy largo y que esperan darle la vuelta en el derbi.