PRESIÓN FISCAL
España sube los impuestos en 25 años el triple que la OCDE
PRESIÓN FISCAL
La presión fiscal en España, que relaciona el peso de los impuestos y contribuciones a la Seguridad Social respecto del tamaño de la economía, acumula una subida de 5,53 puntos porcentuales desde el año 2010, hasta el 36,7% del PIB, lo que representa algo más del doble del incremento de 2,54 puntos porcentuales del promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), cuya presión fiscal repuntó en 2024 hasta un récord del 34,1%.
La relación entre la recaudación por impuestos y contribuciones respecto del PIB aumentó en 2024 por primera vez, tanto en España como en el conjunto de la OCDE, después de tres ejercicios consecutivos a la baja, siendo el aumento en España (0,3 puntos porcentuales) ligeramente inferior al del promedio del “think tank” de las economías avanzadas, que subió al 34,1% desde el 33,7% de 2023.
Sin embargo, según los datos publicados por la OCDE en su informe anual sobre ingresos, la presión fiscal en España aumentó a un ritmo sustancialmente mayor que el promedio de la OCDE a lo largo de los últimos años, ya que en el 2000 la proporción era del 33,1% para España y del 32,9% para la organización, lo que implica un incremento acumulado de 3,6 puntos porcentuales en la economía española, frente a los 1,2 puntos porcentuales de aumento en la OCDE.
Asimismo, tomando como referencia el año 2010, la presión fiscal entonces para la organización con sede en París era del 31,5%, por encima del 31,1% de España, lo que implica un incremento acumulado en los últimos 14 de años de 2,54 puntos para la OCDE y de 5,53 puntos en el caso de España. En este sentido, la OCDE señala que la ratio entre impuestos y PIB aumentó desde 2010 en 31 países, siendo los mayores incrementos en esos 14 años los observados en Eslovaquia (7,7), Japón (7,5) y Grecia (7,4), mientras que también se observaron aumentos de más de 5 puntos porcentuales en México, Luxemburgo, Letonia, España, Polonia e Islandia.
En cuanto al ejercicio 2024, los datos de la OCDE muestran que la presión fiscal de España aumentó (+0,3 pp) por primera vez, después de tres años consecutivos a la baja, aunque lo hizo ligeramente menos que el incremento (+0,4 pp) observado en el conjunto de la OCDE. No obstante, con una proporción entre impuestos y PIB del 36,7%, la presión fiscal en España el año pasado seguía por encima de la media del “think tank”, que se situó en el 34,1%, la más alta desde que comenzaron los registros. Entre las 36 economías analizadas con datos actualizados a 2024, España ocupaba la posición 15.
En 2024, el ratio impuestos/PIB aumentó con respecto al año anterior en 22 de los 36 países con datos preliminares disponibles, disminuyó en 13 países y se mantuvo sin cambios en uno. Del total de los países de la OCDE, la ratio impuestos/PIB osciló entre el 18,3% en México y el 45,2% en Dinamarca. El mayor aumento en 2024 correspondió a Letonia, cuya ratio impuestos/PIB aumentó 2,4 pp.
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, adelantó la pasada semana que la recaudación prevista por el Gobierno para el cierre de 2025 se situará “por encima de los 325.000 millones de euros”. Estas cifras suponen un salto histórico si se comparan con los 193.951 millones registrados en 2017, el último año completo previo a la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa. En términos absolutos, representan 131.049 millones más en 2025 (+67,6%) y 158.674 millones adicionales en 2026 (+82,3%).
Inicialmente, este crecimiento podría atribuirse al aumento de población -España cuenta actualmente con casi 2,7 millones de habitantes más que hace ocho años-, pero el análisis por habitante refleja que este incremento no se diluyó demográficamente, sino que se trasladó directamente al esfuerzo fiscal asumido por los contribuyentes. En términos ajustados por población, los españoles pasaron de aportar una media de 4.157 euros en 2017 a 6.573 euros en 2025, lo que se traduce en 2.416 euros más por persona, equivalentes a un incremento del 58,1%.
Si se observa la evolución año a año, la recaudación por habitante mostró una tendencia ascendente. Tras pasar de 4.157 euros en 2017 a 4.436 euros en 2018 (+6,7%) y a 4.588 euros en 2019 (+3,4%), la pandemia provocó una caída puntual hasta los 4.181 euros en 2020 (–8,9%). No obstante, a partir de 2021 se inicia una senda de recuperación para el fisco, con un salto hasta los 4.804 euros (+14,9%), seguido de los 5.425 euros de 2022 (+12,9%). Pese a ello, en 2023 y 2024, la subida se empieza a moderar, en 2023, la cifra ascendió hasta los 5.712 euros (+5,3%) y en 2024, hasta los 6.127 euros (+7,3%).
No obstante, para el presente ejercicio y según las previsiones de Hacienda, la recaudación media por habitante alcanzará los 6.573 euros, lo que refleja un incremento interanual del 9,5% y refuerza una trayectoria de crecimiento que, salvo la caída coyuntural de 2020, se mantiene prácticamente ininterrumpida desde 2017. Si se atiende al detalle, el salto de la recaudación entre 2017 y 2024 -último año con datos completos-, aunque se incrementa en todos los tipos de impuestos, destaca la recaudación derivada de los impuestos directos.
La presión fiscal disminuyó en siete países respecto de 2010, siendo la mayor caída la registrada en Irlanda, que pasó del 27,7% en 2010 al 21,7% en 2024, debido en gran medida al aumento excepcional del PIB en 2015, mientras que la siguiente mayor caída se produjo en Hungría (-2,5). Entre las principales economías de la zona euro, la presión fiscal en Alemania aumentó respecto de 2010 en 2,84 puntos porcentuales, hasta el 38%; mientras que en Francia lo hizo en 1,22 puntos, hasta el 43,5%; y en Italia en 1,06 puntos, hasta 42,7%. De este modo, si bien la presión fiscal en España aumento a un ritmo sustancialmente mayor que en el resto de grandes economías del euro, su nivel en 2024 (36,7%) era inferior al del resto.
Por otra parte, la mayor proporción de cotizaciones a la Seguridad Social de los empleados se registró en Lituania, con un 24,4% de los ingresos fiscales totales, mientras que representaron más del 15% de los ingresos totales en Grecia, Alemania, Polonia, Japón, Hungría y Eslovenia. Por contra, entre los países que recaudan cotizaciones a la Seguridad Social de los empleados, Dinamarca tuvo la menor proporción, con un 0,04% de los ingresos totales; Italia y Estonia también recibieron ingresos de las cotizaciones a la Seguridad Social de los empleados que ascendieron a menos del 5% de los ingresos totales.
A su vez, la mayor proporción de cotizaciones a la Seguridad Social de los empleadores en los ingresos fiscales totales se registró en Estonia, con un 32,6%. Las cotizaciones a la Seguridad Social de los empleadores también superaron el 25% de los ingresos fiscales totales en España (25,9%) y Chequia (28%), mientras que Dinamarca y Chile registraron las cuotas más bajas, con un 0,1% y un 0,3% de los ingresos totales, respectivamente.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
PRESIÓN FISCAL
España sube los impuestos en 25 años el triple que la OCDE
ESTABLE EN 14 PAÍSES
La inflación alimentaria de Europa se frenó en octubre
PLATAFORMAS DIGITALES
Paramount lanza una opa a Warner por 92.700 millones
CONVERSIÓN DE SEPES
Casa 47 incorpora el contrato de alquiler público de 75 años
Lo último
CORRUPCIÓN EN EL PSOE
Koldo recurre su ingreso en prisión y pide salir bajo fianza
negociación del ERE
Telefónica se abre a bajar otro 5% los despidos en las filiales más pequeñas