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V ASAMBLEA CIUDADANA
La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha sido ratificada este sábado para revalidar su liderazgo al frente del partido con el 90% de los votos de los inscritos que han votado en la quinta asamblea ciudadana de la formación y una fuerte caída de participación respecto a 2021.
En concreto, en este congreso han emitido voto 27.172 personas inscritos del partido, 24.417 personas menos de las que participaron en la asamblea de hace cuatro años, cuando se emitieron 51.589 votos válidos. De esta forma, la participación de las bases moradas descienden casi a la mitad, concretamente un 47%.
Ya la anterior cita asamblearia de 2021 supuso una leve caída respecto al congreso denominado Vistalegre III, que entonces reeligió al exsecretario general Pablo Iglesias con el voto de unos 59.000 inscritos.
De esta forma, Podemos arranca en la clausura de su congreso en el Pabellón de Convenciones de la Casa de Campo, en Madrid, una etapa interna en la reforzará el tándem con la exministra de Igualdad, Irene Montero, que ha sido propuesta como su como su referente electoral para las elecciones generales.
La reelección de Belarra estaba asegurada, al ser la única candidata que reunió los avales para optar a la Secretaría General, y su lista copa también el máximo órgano de dirección, el Consejo Ciudadano estatal donde mantiene a su núcleo duro, conformado por Montero (su número dos), el secretario de Organización, Pablo Fernández, la coportavoz Isa Serra, los portavoces adjuntos Javier Sánchez y María Teresa Pérez, el exJemad Julio Rodríguez y diversos diputados y coordinadores autonómicos.
También renueva la dirección con la inclusión de una docena de activistas (entre la que destaca la referente del movimiento trans Mar Cambrollé) , el periodista y consejero de RTVE Mariano Muniesa, y la exasesora del partido y politóloga Dina Bousselham.
Con respecto a 2021, se caen del Consejo Ciudadano alguno de los rostros más conocidos del partido como exportavoz Pablo Echenique (que ha participado en esta asamblea para apoyar al partido, el exdiputado Rafa Mayoral y la exsecretaria de Estado Ángela Rodríguez `Pam`. El partido asegura que con todos ellos tiene buena relación y que han decidido dejar la primera línea política.
Así, Podemos refuerza con los resultados de la asamblea su hoja de ruta para tratar de rearmarse, crecer en apoyo electoral y aspirar de nuevo a ser fuerza de Gobierno, como necesario contrapeso al PSOE para impulsar avances progresistas ambiciosos. De hecho, en su cónclave ha proclamado que nunca serán una fuerza de "obediencia" al presidente, Pedro Sánchez, y reprocha que solo le interesa "mantener el sillón del Gobierno".
Los morados, tras denunciar su "expulsión" del actual Gobierno, ha apostado sus opciones de resurgir a hacer valer sus votos en el Congreso y en desplegar una posición muy crítica hacia el Ejecutivo.
Hasta el punto de asegurar que no se consideran socios parlamentarios del Ejecutivo y proclamar que no confían en Sánchez, al que incluso tachan de caer en una deriva "autoritaria", y expresar su firme oposición al aumento de gasto en defensa. También censura su inacción, el incumplimiento de acuerdos parlamentarios y acusar al PSOE de hacer políticas similares a las que haría el PP y respaldar una "espiral belicista".
Podemos, de hecho, ha convocado su asamblea para estar preparado ante cualquier escenario, incluso la posibilidad de adelanto electoral en las elecciones generales, y están convencidos de que el Ejecutivo prorrogará Presupuestos.
Por otro lado, los morados reafirman en esa asamblea ciudadana su hoja de ruta de confrontación con Sumar, a la que definen como una izquierda sumisa y manejable para los socialistas y una operación para acabar con ello auspiciada por el PSOE, como recoge en su ponencia política. Las críticas a la formación creada por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, se han explicitado en esta asamblea al lanzar que los socialistas prefieren una izquierda "más riquiña".
El partido, que no hace referencia en sus documentos a la política de alianza, ha tendido por medio de su secretaria general la mando a la sociedad civil descontenta con el Ejecutivo. Aparte, ha dado portazo a confluir con Sumar como expuso esta semana Montero y han exigido al PSOE que también se haga cargo de la unidad de la izquierda, instando a los correligionarios de la vicepresidenta segunda a integrarse en Sumar.
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