Pradales resalta el papel clave de la diáspora vasca y aboga por una Euskadi global y acogedora

El Lehendakari apeló a la continuidad de la diáspora vasca como un pilar esencial para el progreso de Euskadi: "Porque fueron, somos. Y porque somos, serán".

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El Lehendakari Imanol Pradales ha subrayado este domingo, durante la 7ª edición del Día de la Diáspora Vasca en Oñati, la importancia fundamental de la diáspora vasca y ha recordado que Euskadi es "un país migrante" que también tiene la responsabilidad de acoger.

En su intervención, Pradales destacó la "contribución indispensable" de los vascos emigrados a lo largo del mundo, resaltando que su papel ha sido crucial para llevar la lengua y cultura vascas a una escala internacional. El Lehendakari también señaló que más de 100 actividades relacionadas con este día se celebraron en 15 países, reflejando el arraigo de esta festividad en la comunidad vasca global.

El encuentro de este año tuvo lugar en Oñati para conmemorar el 50 aniversario del primer programa de intercambio entre la Universidad Estatal de Boise, Idaho, y Euskadi. Algunos de los participantes de aquel programa, que buscaba reconectar a vascos con sus raíces y cultura, estuvieron presentes en la ceremonia.

Pradales aprovechó su discurso para recordar las historias de muchos vascos que emigraron en busca de nuevas oportunidades, reafirmando que Euskadi ha sido y sigue siendo un "país migrante". Añadió que, en este contexto de transformación global, es necesario fortalecer la relación con la diáspora, tejiendo nuevas redes que beneficien a Euskadi en áreas como la cultura, la ciencia y la economía.

El Lehendakari también reflexionó sobre la importancia de ser una sociedad acogedora, recordando que el pueblo vasco, históricamente, ha sido recibido en otros países. Por ello, Pradales destacó que Euskadi también debe asumir su responsabilidad de acoger a quienes llegan en busca de una nueva vida, en un momento que exige nuevos roles y responsabilidades.

Con un claro enfoque hacia el futuro, Pradales concluyó su discurso apelando a la continuidad de la diáspora vasca como un pilar esencial para el progreso de Euskadi: "Porque fueron, somos. Y porque somos, serán".

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