Europa abre la puerta a la explotación de sus tierras raras por empresas foráneas

La creciente dependencia de la industria europea de estos materiales aumenta la necesidad de diversificar el suministro

Mina de Agua Blanca en Extremadura, uno de los proyectos estratégicos de la UE
Mina de Agua Blanca en Extremadura, uno de los proyectos estratégicos de la UE | AGUA BLANCA

La explotación de las llamadas tierras raras y de los yacimientos de minerales estratégicos en la Unión Europea se ha convertido en una necesidad de primer orden para garantizar el suministro a distintas industrias, como la tecnológica y la militar, que dependen actualmente de proveedores de países foráneos, especialmente de China, para poder garantizar su producción.

La extracción de minerales críticos está altamente concentrada en unos pocos países. La República Democrática del Congo suministra el 30% del cobalto, Chile aporta el 30% del cobre y China produce el 60% de las tierras raras y procesa el 90% de estas.

La necesidad de obtener sus propio suministro y reducir la dependencia de terceros ha llevado a la UE a aprobar una serie de proyectos estratégicos para relanzar la cadena de suministro europea de minerales críticos. Un total de 47 proyectos de distintos países fueron seleccionados en marzo de 2025 para conseguir el objetivo de que en 2030 al menos el 10% de la extracción, el 40% del procesamiento y el 25% del reciclado de estas materias primas puedan realizarse en Europa.

Francia y España son los países con más proyectos seleccionados pero también se han aprobado desarrollos en Bélgica, Chequia, Alemania, Estonia, Grecia, Italia, Polonia, Portugal, Rumania, Finlandia y Suecia.

El objetivo final es que la UE pueda ganar autonomía para obtener materias primas estratégicas (litio, níquel, silicio, platino, cobre, boro o grafito, entre otras) que en estos momentos son esenciales para la producción de teléfonos inteligentes, paneles solares o ingenios militares. Como ejemplo sirva señalar que en estos momentos China le proporciona a la UE el 100% de las tierras raras pesadas y el 97% del magnesio. De Turquía se recibe el 98% del boro y de Chile el 79% del litio.

Financiación

Todos los proyectos designados como estratégicos contarán ahora con apoyo europeo y nacional para conseguir financiación. Se estima que requieren una inversión de capital de unos 22.500 millones de euros y procesos de concesión de permisos que no deben superar los 27 meses para los proyectos de extracción ni los 15 meses para los de procesado y reciclado. Este plazo es sensiblemente inferior al que hasta ahora suponía el desarrollo de estas explotaciones.

Condiciones para las empresas

Las empresas de fuera de la UE también están llamadas a participar en el desarrollo de estos proyectos, siempre que cumplan con las condiciones que se exigen para las demás compañías y, además se garantice que no están controladas por organismos que puedan poner en riesgo la seguridad europea.

Desde la delegación de la UE en España, informan de que la legislación europea actual establece como requisitos para poder participar en la explotación de estos proyectos condiciones como que contribuyan significativamente al suministro de este tipo de materiales en la UE, sean técnicamente viables y puedan desarrollarse de forma sostenible. Actualmente empresas de países como Canadá y Australia -que cuentan con grandes empresas dedicadas a la extracción de minerales- ya están explotando yacimientos en España y otros países. El alto nivel tecnológico y su experiencia en la extracción de este tipo de minerales les convierte en opciones muy atractivas para explotar yacimientos en distintas partes del mundo.

La convocatoria para incorporar nuevos proyectos de desarrollo de minerales estratégicos está abierta de forma permanente y cada cierto tiempo se anunciarán nuevas incorporaciones a la lista que se abrió en 2025.

Refinado y reciclado

Un informe elaborado por encargo de la Comisión Europea en 2023 ya apostaba por la diversificación del suministro como uno de los factores esenciales para reducir la dependencia de China en este ámbito. En este sentido se indicaba a Australia como uno de los países que puede servir para diversificar el suministro a la UE de materias primas clave para la elaboración de baterías de iones de litio. También se apuntaba a la necesidad de expandir la capacidad de refinado de materias primas clave para seguir reduciendo esta dependencia de terceros países.

Otros puntos en los que incidía el informe son el aumento de la inversión en I+D+I para favorecer la creación de una industria de baterías de ion-litio competitiva en la UE y la necesidad de apostar por la reutilización y el reciclaje de estas baterías para poder reducir la demanda.

La agilización en la tramitación de los proyectos declarados estratégicos será uno de los puntos clave para que la dependencia de Europa de otros países en este ámbito pueda finalmente reducirse. 2030 no está lejos y será el momento de comprobar si se han podido alcanzar los objetivos marcados desde la Comisión Europea para caminar hacia una mayor autosuficiencia en el suministro de este tipo de materiales, que van a seguir siendo clave en la industria del futuro.

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